La nueva F80 tiene el mismo problema que los F1 híbridos

Hace apenas días Ferrari lanzó su nuevo hiperdeportivo, el continuador de una zaga que incluye los 288 GTO, F40, F50, Enzo y LaFerrari. Si bien todos sabíamos que el modelo iba a ser híbrido, el shock más grande llegó en su motor térmico, que en lugar de ser un V12, cortó a la mitad la cantidad de cilindros.

Ferrari fue bastante clara en las razones para elegir un V6, ya que es lo que usan actualmente sus modelos de competición, tanto los hypercar del WEC, como los F1. Ojo, a la F80 no le falta potencia, el 3.0L biturbo por si solo genera 900 de los 1200 caballos totales del hiperdeportivo, el problema está en otro lado, el sonido.

Muchas nueces y poco ruido

Ferrari acaba de realizar la presentación dinámica de la F80 nada menos que en Imola y con pista mojada, lo que permitió ver al hiperdeportivo en acción, moviendo el alerón, acelerando e incluso derrapando.

Para deleite del público, la F80 gozó de la compañía de varios modelos de competición de la marca, incluyendo los Hypercars de Le Mans, varios F1, pero al igual que los autos de la era híbrida de la Formula 1 (que usan un V6 turbo) lo que faltó fue rugido en la salida del escape del nuevo bólido del cavallino.

Así es la mecánica completa de la F80

• Motor V6 biturbo de 3.0 L de 900 CV y 850 Nm
• Dos motores eléctricos delanteros de 142 CV y 121 Nm cada uno
• Un motor eléctrico trasero de 81 CV atrás
• Batería de 800 V
• Potencia combinada de 1.200 CV
• Transmisión automática de ocho relaciones
• Tracción integral

Hiperdeportivos ¿Show o performance?

El no sonido del F80 me produjo una reflexión sobre este tipo de modelos. En términos generales, los hiperdeportivos son exóticos y caros, grandes, con mucho diseño y, sobre todo, rápidos. El tema es que la velocidad suele ser más en línea recta que en tiempo de vuelta en general.

Lo que quiero decir es que este tipo de deportivos son un todo, un show, no solo deben de ser veloces, tienen que verse y sentirse así, y parte de esa puesta en escena es el sonido, o al menos así fue hasta ahora, hasta la llegada del automovilismo híbrido y de las ultraprestaciones eléctricas como pasa, por ejemplo, con el Rimac Nevera.

Me acuerdo lo que sufrí la primera temporada de la F1 V6 híbrida, con autos que sonaban a aspiradoras. Hoy no me molesta tanto el poco sonido, de esos autos. ¿Estaremos ante un cambio de paradigma donde el alto volumen de la combustión ya no es necesario para vibrar con un deportivo o disfrutar de las carreras de autos? Vos dirás.