Hablar del Chevrolet Corsa es referirnos a uno de los modelos más icónicos del mercado argentino. El hatchback, que permanece vigente en el mercado de usados, fue fabricado en el país durante casi 20 años, siendo el que inauguró la línea de producción de General Motors en General Alvear, en 1997.
Entre finales del siglo XX y el 2016, año en el que culminó la fabricación del modelo, salieron de la planta santafesina casi un millón de unidades (919.972), lo que lo convirtió en el auto más producido en la historia de la industria automotriz nacional.
Su popularidad en la región no solo se circunscribió a nuestro país, sino también a Brasil, por ejemplo. Y es en la nación vecina donde decidieron realizar una variante bastante poco ortodoxa del Corsa, al sacarle el techo y ¡ponerle una pileta! Sí, así como lees.
Chevrolet Corsa cabrio: ¿De dónde salió?
En el sur de Brasil, más precisamente en el municipio de Indaial, fue encontrado el Corsa que protagoniza esta nota. Se trata de una modificación a una variante tres puertas, a la que le sacaron las ventanillas, el techo y los pilares B y C, dejando la parte baja del portón trasero.
La transformación del Corsita no terminó en su estructura, ya que al interior se le sacaron las plazas traseras y le pusieron una pileta de lona, que llega hasta el final del voladizo trasero. Para culminar el trabajo, el grupo de jóvenes que llevó a cabo la conversión decidió “decorar” la carrocería, escribiéndola con marcador.
Si bien la idea de convertir al Corsa en cabrio e incorporarle una pileta puede resultar interesante (y hasta atractiva en verano), también conllevó sus riesgos, ya que quienes metieron mano nunca tuvieron en cuenta la pérdida de medidas de seguridad que tuvo la unidad. Para peor, quienes los manejaron lo hicieron de forma irresponsable, generando un combo que les terminó “pasando factura”.
Mientras andaban con el Corsa por la calle, los jóvenes fueron detenidos por la policía local. Los oficiales constataron que se cometieron varias infracciones:
- Vehículo sin cinturones de seguridad (por la pérdida de los pilares)
- Conversión ilegal de la carrocería
- Pasajero sin cinturón de seguridad
- Pasajeros siendo llevados en la improvisada caja de carga
- Conductor manejando con un brazo por afuera del habitáculo
- Superar autos en avenida cruzando la doble línea amarilla demarcatoria
Para peor, el Corsa andaba con parte de las ópticas rotas y los neumáticos desgastados. El grupo de jóvenes no solo terminó perdiendo al auto, sino que además debió pagar una multa de 310 dólares. La conversión les salió un poco cara…
Ahora te toca a vos: ¿Qué opinás sobre este Corsa? ¿Te gustó la idea o no? Compartí tu punto de vista en los comentarios, siempre con respeto y sin agredir.
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