A principios de este año Prodrive anunció que por fin iba a involucrarse en el Dakar, un desafío que no habían tenido el honor de sumar a la larga lista de categorías donde participaron y con muy buenos resultados. Si bien el proyecto fue desarrollado por la estructura de Banbury, es un producto del Bahrain Raid Xtreme (BRX), un nuevo equipo que cuenta con el auspicio del Fondo de Inversión Mumtalakat.
Prodrive no es de involucrarse en proyectos menores, por lo que no es raro que los pilotos que llevarán su máquina en la próxima edición de la Odisea (3 al 15 de enero) sean nada menos que Nani Roma y Sébastien Loeb. Por lo tanto, la máquina tiene que estar a la altura del desafío.
BRX Hunter T1: Un buggy del futuro
El diseño futurista del T1 también fue hecho en Inglaterra, específicamente por Ian Callum, diseñador que en 2019 abandonó Jaguar para meterse de lleno en su propia empresa, CALLUM. “Queríamos darle al auto una silueta única, una forma consciente y apropiada para un vehículo extremo, más que apostar por algo completamente funcional. El resultado es el que queríamos: diseño, forma y construcción hechas específicamente para los terrenos más complejos", señala Callum. El auto tiene una silueta muy deportiva y distintiva pero su tamaño es compacto, oculta una propuesta muy racional y con ciertos atributos pensados exclusivamente para este tipo de competencias.
El T1 es impulsado por un motor V6 3.5 Biturbo Ford, que desarrolla 400 CV y 700 Nm de torque. Se asocia a una caja de cambios secuencial de seis relaciones y a un sistema de tracción en las cuatro ruedas. El impulsor va ubicado en la parte delantera central del auto, lo más bajo que el despeje permita para ayudar a mantener un centro de gravedad bajo y un manejo mucho más equilibrado. También cuenta con un tanque de combustible cuya capacidad es 500 litros.
BRX Hunter T1: Impresiones
El sistema electrónico del T1 cuenta con una particular innovación: usa discos SSD proporcionados por Samsung, que aseguran un manejo de datos a una velocidad altísima y que también permite descargarlos con facilidad para identificar problemas.
De acuerdo a lo señalado por medios que estuvieron presentes o que al menos recabaron información de las pruebas del prototipo, el trabajo "en pista" fue muy bueno para lo rápido que se desarrolló el auto. Fue Nani Roma el que se llevó la parte más pesada en cuanto a la puesta a punto del modelo, dada su vasta experiencia con distintos autos del Dakar. Más allá de algunos problemas menores, todo pudo llevarse a cabo tal como estaba previsto.
En cuanto a Loeb, el francés encontró al T1 más parecido a un auto del WRC que a uno del Dakar, principalmente por el bajo centro de gravedad y el sistema de tracción, por lo que podría llegar a ser ventajoso en su desempeño en Arabia Saudita. Vale recordar que con el Dakar el múltiple campeón de rally iniciará una temporada en la que también competirá en la Extreme E y en la Andros e-Trophy (campeonato de carreras en hielo), por lo que no pudo estar presente en el desarrollo del T1 como sí lo estuvo su compañero de equipo.
¿Cómo creés que le irá a Roma y a Loeb en la próxima edición del Dakar? ¿Darán la sorpresa y serán candidatos a la victoria? ¡Dejanos tu opinión en los comentarios!
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