La impresión en 3D es uns tendencia actual que facilita cada día más las funciones de distintos ámbitos profesionales. Diseñadores, arquitectos y las grandes industrias a nivel mundial son algunos de los sectores beneficiados por esta tecnología.
Obviamente también es el caso de la industria automotriz que aprovecha la impresión 3D para optimizar sus procesos de producción u otorgar un valor agregado a su servicio. Un caso particular, por caso, es el de MINI que comenzó a vender molduras y piezas personalizables para el Cooper de 3 y 5 con el fin de complacer a sus usuarios y darles ese toque de distinción.
Bugatti, como buena marca de autos de lujo, también decidió hacer uso de esta innovadora forma de reproducir objetos para fabricar el primer caliper impreso en 3D y comenzar a probarlos en su Chiron.
Estas pinzas son fabricadas bajo un formato más orgánico, eliminando los materiales innecesarios, y evitando desperdiciar los insumos que corrían al llenar los moldes de producción. Poseen ocho pistones fabricados en titanio, que reducen el peso en un 40%. Esta aleación de titanio se caracteriza por ser utilizada en la industria aeronáutica y aeroespacial para la fabricación de alas de aviones o motores de cohetes. El tiempo de producción es de 45 horas por caliper, lo que no es nada si consideramos el tiempo que lleva fabricar una unidad del Bugatti Chiron: 6 meses.
Al tratarse de un auto de producción limitada, la marca francesa podría incorporar dichas piezas en sus próximos modelos, pero ¿qué pasaría si éstas tuvieran que ser distribuidas para un auto con formato más comercial? Seguramente no pasará mucho tiempo para que estas autopartes comiencen a ser algo común. Eso sí, se tendrá que agilizar el tiempo de manufactura si se desea implementarlo en futuras producciones en masa.
Por lo pronto, el periodo de prueba de éstos calipers “impresos” ha comenzado, así es que tendremos que esperar la satisfactoria resolución del test para que los nuevos Chiron ya los incorporen.