El brazo armado de Mercedes-Benz, AMG, nos suele entregar variantes muy picantes de cada modelo sobre el que pone sus manos (e ingenieros) a trabajar. En este caso llegan a Argentina las variantes más veloces del SUV GLC y del Clase C ambas en silueta coupé.
Clase C 63 S AMG Coupé
Ante la actual reducción de cilindrada y de cilindros de sus adversarios (M3/4 y RS5) AMG conserva su receta de grandeza con un V8 (Vs los dos V6) y 4.0L (Vs. los 3.0L y 2.9L), pero al igual que los otros dos, tiene 2 turbos.
¿El resultado? Al ser la variante más radical -S- entrega 510 CV, 700 Nm y un sonido espectacular que acompaña a cada acelerada. Asociada una caja automática de 7 cambios, hace el 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos, pero mejor que eso es como se siente detrás del volante.
A fin de 2017 tuvimos manejamos en pista a la versión sedán y es increíble, con una auténtica vocación por hacer resbalar el tren trasero y una facilidad para controlarlo que lo convierte en un auténtico promotor de sonrisas.
GLC 43 AMG Coupé
La variante con silueta deportiva del SUV chico/mediano de la estrella tiene un V6 de 3 litros y la ayuda del turbo para entregar 367 CV y 520 Nm. La fuerza es asimilada por una caja automática de 9 cambios y repartida a las cuatro ruedas para un 0 a 100 km/h de 4,9 segundos.
Precios y datos
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Si la plata no fuera un problema ¿Cuál de estos dos AMG te comprarías, el C 63 S AMG o el GLC 43 AMG?
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