jue 14 de noviembre de 2024

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Bugatti Tourbillon, el hypercar híbrido con 1.800 CV y todo el lujo

La marca francesa acaba de presentar al sucesor del Chiron que es impulsado por un V16 aspirado y tres motores eléctricos.

Bugatti Tourbillon, el hypercar híbrido con 1.800 CV y todo el lujo

“Si es comparable no es un Bugatti”. Esas fueron unas de las palabras más celebres de Ettore Bugatti y que hoy mismo se ven reflejadas en lo que viene para la marca en los próximos años, especialmente con el Bugatti Tourbillon, el sucesor del Chiron. Te contamos todo lo que tenés que saber.

Un V16 atmosférico + potencia eléctrica

El Bugatti Tourbillon lleva la hibridación al extremo con un sistema enchufable que, en plena era del downsizing, utiliza un V16 atmosférico de 8,3 litros desarrollado en conjunto con Cosworth que produce 1.000 caballos y puede girar hastsalas 9.000 rpm.

Para alcanzar los otros 800 CV, el Tourbillon usa un sistema eléctrico con batería de 25 kWh y tres motores desarrollado por Rimac, la marca croata que hace poco compró a Bugatti y se decidió a colaborar con el Grupo Volkswagen. La transmisión es automática de doble embrague con 8 cambios.

Las cifras de desempeño del Tourbillon son simplemente una locura:

  • Rango en modo eléctrico: 60 km
  • 0-100 km/h: 2 segundos
  • 0-200 km/h: < 5 segundos
  • 0-300 km/h: < 10 segundos
  • 0-400 km/h: < 25 segundos
  • Velocidad punta: 445 km/h
  • Peso: < 1.995 kg

La velocidad punta del Chiron era de 420 km/h por lo que el Tourbillon ahora es 25 km/h más rápido, mientras que hace 0-100 km/h en 0,4 segundos menos. Al igual que el Chiron, el Tourbillon está limitado a 380 km/h; es solo con una llave especial que se puede desbloquear su poder total para llegar a los 445 km/h.

Desde la marca confirmaron que aún están puliendo los últimos detalles del auto, por ello no revelan con certeza los tiempo de 0-200 km/h y superiores, así como su peso final y solo se limitaron a decir que a pesar de ser híbrido, será más ligero que el Chiron que ya pesaba 1.995 kg. Finalmente, desde Bugatti confirman que a nivel mecánico no se comparte nada con el Chiron, aunque a nivel diseño se nota más como una progresión.

Evolucionando las formas ya icónicas del Chiron

Bugatti se toma realmente en serio el tema de diseño haciendo gran uso de elementos de sus autos clásicos, pero adaptados a la era moderna y por eso el Tourbillon, al menos por fuera, luce más como una evolución más atlética del Chiron.

Los principales cambios están en forma de faros, el paragolpes, la parrilla central que es considerablemente más ancha, las tomas de aire laterales más estilizadas, nuevos diseños de llantas y una parte trasera realmente distinta que luce mucho más futurista.

Otro apartado sumamente llamativo es la apertura vertical de las puertas. Como siempre, desde la punta hasta la parte trasera hay una pequeña cresta que divide en dos al auto.

Al igual que en los Veyron y Chiron, el nuevo Bugatti tiene un profundo trabajo aerodinámico incluyendo un alerón trasero retráctil que puede adoptar diferentes posiciones de acuerdo a los requerimientos de agarre. El Tourbillon lleva un difusor gigante que genera tanta carga que ya no es necesario desplegar el alerón trasero para darle estabilidad a máxima velocidad.

Interior que se inspira en la relojería más fina del mundo

El exterior del Tourbillon tal vez nos pareció muy similar al del Chiron, sin embargo, por dentro es una obra de arte e ingeniería muy diferente. Todo comienza con base en la alta relojería, punto desde el que también viene el nombre del auto. 

Un tourbillon es un mecanismo inventado en 1795, usado en relojes de la más alta gama a nivel mundial para hacerlos lo más precisos posibles y justamente inspirándose en ese tipo de relojes es de donde viene el lenguaje interior del auto. Esto lo podemos ver en el cuadro de instrumentos, casi completamente analógico y que más bien parece un cronografo de lujo.

Lo único digital es un pequeñísimo display LCD oculto bajo el reloj principal, donde podemos ver la velocidad y probablemente también el odómetro, el resto es simplemente una obra de arte, más aun cuando lo vemos en acción con la aguja del tacómetro funcionando bajo la del velocímetro, combinados en el mismo cuadrante. Todos los relojes dejan ver su mecanismo de acción, por lo que podemos deleitarnos con los engranajes y detalles de su funcionamiento.

Todos los relojes se coloca sobre la parte central del volante, que es fija, a los Citroën C4, con el aro que se mueve alrededor del centro.

A pedido, el Tourbillon puede llevar una pantalla central, aunque estará oculta hasta que se decida desplegarla y funcionará como un sistema multimadia común compatible con Apple CarPlay. También se despliega de forma automática cuando se coloca reversa para poder visualizar la cámara de retroceso.

El resto del interior tiene cierta similitud con el Chiron, aunque con botoneras nuevas y algunos otros trazos que permiten un diseño más llamativo y los mejores materiales a los que Bugatti y sus clientes puedan acceder.

Menos autos y a un mayor precio

El Bugatti Tourbillon comenzará a entregarse a sus clientes en 2026, pero ahora son menos los afortunados que podrán hacerse de uno ya que solo se harán 250 unidades de este modelo, justo la mitad de las que tuvo el Bugatti Chiron. Además, se dice que prácticamente todas las unidades ya están reservadas.

El precio de partida, para esta pieza tan exclusiva será de €3,8 millones que es prácticamente un millón de euros más caro que el Chiron.

¿Qué te pareció el nuevo Bugatti Tourbillon?

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