mié 09 de octubre de 2024

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Test drive

Test drive Mercedes-AMG C63 S

Un sedán de cuatro puertas capaz de hacer palidecer a lo que le pongan enfrente - o más bien al lado-

Test drive Mercedes-AMG C63 S

Hablar de Mercedes-Benz, es hablar de uno de los referentes en la industria del automóvil, la primer patente se le otorgó a Karl Benz en 1886, y de en más todos conocemos la fulgurante historia. Cuando unimos al nombre Mercedes-Benz a las letras AMG obtenemos dinamita pura. En este caso no tenemos un simple C63, sino la versión S que tiene más potencia y es resultado es pirotecnia pura.

 

Un poco de historia…

Los creadores de AMG; los ingenieros Hans Werner Aufrecht y Erhard Melcher, no fueron muy bien vistos por las altas esferas de Daimler en aquellos años. Esos locos de Burgstall poco a poco empezaron a ganar carreras, fama y por supuesto fortuna, muchos equipos amateurs recurrían a ellos para modificar sus Mercedes-Benz de competición con las creaciones de AMG.

En 1990 firmaron un acuerdo de colaboración con Daimler-Benz, y proveían al equipo “oficial” de Mercedes en el DTM y como era de esperar aquel famoso 190 2.5 -16 Evolution II (W201) arrasó con sus competidores, cosechando muchos triunfos y ganando el campeonato de 1992 del German Touring Car Championship (DTM).

En 1999 la entonces DaimlerChrysler se convierte en el socio mayoritario de AMG, y en el 2005 se convierte en el único accionista de la empresaHoy AMG es la quinta esencia de la deportividad de la empresa de la estrella de las tres puntas, incluso hay modelos que se denominan AMG “a secas” ya sin el Mercedes-Benz, y el caso más reciente es el AMG GT Coupé, que además de ser un deportivo comercial es el Pace Car de la F1, y como dato cultural el equipo de F1 de Mercedes-Benz se denomina AMG Petronas.

 

¿Son diferentes el C63 y el C63 S?

La respuesta es un poco ambigua, son iguales, pero el S ofrece algunas adiciones mecánicas y estéticas que lo hacen ser aún más poderoso, y con mayor prestancia en manejo deportivo ¿Cuánto poderoso? 34 CV y 50 Nm más que son obtenidos con una mejora en el sistema de escape y quizá algo de electrónica, con un mapeo distinto. Las diferencias no terminan aquí, ya que la versión S tiene soportes activos del motor, hecho que no incrementa el poder pero si la sensación en el manejo, ya que las reacciones se vuelven un poco más rudas, ríspidas y comunicativas, un hecho que agradecen los conductores extremos, ya que se siente todo lo que está pasando en el Mercedes. Y ya que hablamos de sensaciones la versión más extrema, es decir el S también ofrece un diferencial electrónico más capaz que el de la versión C63 (sin la “ese”). La apariencia estética también nos muestra diferencias en paragolpes y en el diseño de las llantas de 19".

 

Características técnicas y mecánicas

Monta un motor construido de principio a fin por un solo mecánico, que al terminar firma su obra maestra, se trata de un V8 de 4.0 litros biturbo que entrega 510 caballos a 6.250 rpm, y que genera una fuerza de torque de 700 Nm a 4,500 vueltas. El V8 está acoplado a una transmisión AMG de siete cambios con levas al volante que envía la fuerza al eje posterior.

El AMG C63 S  ofrece un sistema de regulación electrónica de suspensión con tres programas de amortiguación, que van de lo confortable a lo sport. También ofrece un programa que permite elegir tres variables para manejo en cuidad, ruta o pista, en donde mediante la gestión del ESP el conductor puede exprimir al máximo las capacidades del Clase C mega vitaminado. Ya que hablamos de vitaminas, el mencionado conductor puede elegir entre cuatro modos de manejo: Confort, Sport, Sport Plus y Race, este último solo es recomendable su uso en una pista y con un conductor calificado para ello.

El C63 S tiene suspensión independiente en las cuatro esquinas, así como frenos de disco en las cuatro ruedas, los delanteros son de 390 mm y los traseros de 360 mm de diámetro, con calipers de seis y cuatro pistones respectivamente.

Este AMG calza llantas de 19" que miden 8.5" de ancho adelante con caucho 245/35, y de 9.5" atrás con neumáticos 265/35.

 

Habitabilidad y multimedia

Como todo buen producto con el sello AMG, el interior no defrauda, los materiales son de primerísima calidad y la combinación entre cuero fino para lel tapizado, insertos de aluminio y fibra de carbono da tanta idea de calidad como de deportividad. Se destaca una agresiva combinación de colores rojo y negro y este patrón lo encontramos también en algunos acentos de los paneles de las puertas. El cuadro de instrumentos es tradicional, ya que AMG aun no cree en cascadas de colores o en proyecciones virtuales del comportamiento del motor, el tacómetro –que grafica hasta las ocho mil vueltas- y el velocímetro cuyo tope son los 320 km/h son completamente analógicos, mientras que en el centro encontramos una pantalla de cristal líquido que nos grafica algunos datos relevantes.

Hablando de multimedia, el C63S cumple a cabalidad, o eso aparenta, ya que ofrece una pantalla de siete pulgadas en donde además de desplegarse las características funciones del navegador o del equipo de audio se muestran los menús de los sistemas AMG Dynamic Select en donde el conductor, en combinación con la perilla central puede seleccionar los modos de manejo, y elegir el “Set Up” de la suspensión, motor, escape y caja de cambios. Además, aquí se despliega el AMG Race Timer, un menú en donde se pueden llevar cronos de vuelta y alguna información del comportamiento dinámico en la pista, y por si fuera poco, toda esta telemetría se puede llevar en un iPhone, bajando la aplicación AMG Track Race App. El equipo de audio está firmado pro Burmester y ofrece 590W de poder, y en una práctica un tanto cuestionable en un vehículo de este precio es que la compatibilidad con AndroidAuto o Apple CarPlay tiene un cargo extra.

Tras el volante

¡Cómo siempre, la parte más esperada! Esta prueba la hicimos en el trazado del Autódromo Moisés Solana, en México, donde realizamos el Especial del 2017En un inicio las vueltas en la pista fueron a velocidad media, ya que ni el coche, ni yo habíamos entradoe n calor, poco a poco sin sobresaltos pude darme cuenta de lo bien puesto a punto que está, y que además de las brutales aceleraciones provistas por el V8 Biturbo, las curvas también son materia fácil para el AMG C63 S que envía toda la fuerza de tracción al eje posterior. Si bien el comportamiento es netamente sobrevirador, el poder es tanto que se puede controlar con el acelerador y un poco de contravolanteo, no hay que ser un piloto profesional para llevarlo al límite, ya que el reparto de pesos y la nobleza de la suspensión nos hacen el trabajo más fácil. Eso sí, antes de quitar el control de tracción de estabilidad hay que ir preparados, este C63 S es un hooligan, rompe tracción facilmente y de manera exuberante, pero como decía antes, se deja llevar con un poco de pericia.

El sonido del escape es simplemente sublime, ese bramido del V8 es espectacular, tanto que dan ganas de circular siempre con las ventanillas bajos. La respuesta es contundente, la aceleración es prácticamente infinita hasta los 250 km/h en donde el gobernador electrónico nos castiga con un corte de inyección.

En el modo de manejo Confort el comportamiento es sumamente dócil, pero el gorgoreo del V8 nos recuerda de lo que es capaz de hacer cuando se le exige dinamismo endiablado. En resumen, es un sedán con todo y todo quiere decir refinamiento y brutalidad premium para el día a día y la pista.

 

 

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