Franco Colapinto no disimuló su frustración al bajarse del auto en el Autódromo Hermanos Rodríguez tras finalizar 16° en el Gran Premio de México. “Me arrastré durante 50 vueltas”, dijo con una mezcla de resignación y humor ácido, en alusión al largo primer stint con neumáticos duros que lo dejó sin herramientas para atacar. “Lo bueno es que peor no se puede ir”, agregó, dejando en claro que la mira ya está puesta en el próximo Gran Premio de San Pablo.
El argentino volvió a exprimir lo poco que tenía a mano con el Alpine A525. Largó 20° con neumáticos duros nuevos y cruzó la meta en el 16° lugar, después de hacer una única parada en la vuelta 48 para montar blandos, con los que registró su mejor giro: 1:21.342, el más veloz de los dos autos del equipo. Aun así, la carrera fue larga, silenciosa y sin opciones reales de puntos.
UNA CARRERA SIN BATALLAS
Foto: Prensa Alpiney Hector Vivas/Getty Images.
“Más allá del ritmo prometedor que mostramos en la última tanda con neumáticos blandos y menos combustible, fue una tarde larga y solitaria para nosotros”, explicó Colapinto en el parte oficial de Alpine. “Hicimos una tanda muy extensa con los duros al inicio, buscando aprovechar cualquier oportunidad, pero nos faltó un poco de ritmo para mantenernos en la pelea.”
Su compañero Pierre Gasly completó un domingo similar: largó 18° con medios, paró en la vuelta 33 para montar blandos y terminó 15°, con una vuelta rápida de 1:22. 271. “Fue una carrera muy difícil para nosotros como equipo y tenemos mucho que analizar”, reconoció el francés. “Nos faltó rendimiento acá en Ciudad de México. Ojalá podamos progresar para São Paulo.”
UN FIN DE SEMANA CUESTA ARRIBA PARA ALPINE
Foto: Prensa Alpine/Colin McMaster/LAT Images.
El balance fue gris. Ninguno de los dos pilotos logró escapar del fondo del pelotón, y el equipo volvió a sufrir en las curvas lentas y en la gestión de neumáticos. México dejó al descubierto las limitaciones estructurales del A525: poca tracción, escasa velocidad punta y un rango de trabajo estrecho que castiga cualquier estrategia.
“No hay mucho más para destacar o rescatar de este fin de semana, que fue difícil para el equipo”, resumió Colapinto. “Seguiremos aprendiendo, peleando y esperamos ser más competitivos en Brasil.”
LA MIRADA EN SÃO PAULO
Lejos de la amargura, el argentino se permitió un guiño de ilusión. “Estoy muy entusiasmado por volver a São Paulo y correr frente a los fanáticos sudamericanos. El año pasado fue un fin de semana con muchas emociones, y este año quiero disfrutarlo y reencontrarme con los fans, aunque los resultados aún no se dan.”
En ese tono se resume su paso por México: frustración sin dramatismo, aprendizaje sin consuelo. El 16° lugar no cambia su presente, pero confirma su temple. Cuando un piloto dice que “peor no se puede ir”, es porque todavía cree que lo mejor está por venir.
Fuente: Automundo
