Ford Argentina y su red de concesionarios inauguraron las remodelaciones de la Escuela N°103 “Gauchos de Güemes”, en Villa Lago Rivadavia, Provincia de Chubut, un centro educativo con el que la marca ya tiene una larga historia.
La marca afirma que se incorporaron nuevos espacios con foco en la seguridad, el confort y el compromiso con el medioambiente para mejorar la calidad de vida de alumnos y docentes; y este proyecto de renovación de instalaciones educativas forma parte del programa “Educación para un Nuevo Mañana”, que la marca y sus concesionarios llevan a cabo desde 2002.
Con esta nueva inauguración, el programa cumple con 32 escuelas renovadas en todo el país, y el objetivo es avanzar con la "revitalización de las 41 escuelas construidas y donadas por Ford y sus concesionarios entre 1968 y 1982".
La inauguración contó con la presencia de toda la comunidad educativa, incluyendo alumnos, docentes y auxiliares, además de que estuvo presente Agustina Albertario, jugadora de Las Leonas y campeona olímpica.
Esta escuela que renovó Ford tiene una larga historia: fue fundada en 1928 y luego reubicada en Villa Lago Rivadavia en 1938. El 6 de diciembre de 1971, un voraz incendio arrasó con la totalidad de la escuela y Ford trabajó en la construcción de un nuevo edificio escolar hecho desde cero, que se inauguró el 23 de septiembre de 1972.
Las obras de remodelación realizadas incluyen:
- reconstrucción del ala derecha de la institución, por estar más expuesta a los fuertes vientos
- se cambiaron todas las aberturas, con nuevas carpinterías de PVC con DVH
- la entrada se hizo a nueva
- se renovaron las mamposterías para mejorar la aislación
- se colocaron nuevas puertas de acceso con barrales antipánico
- se construyó un nuevo desagüe pluvial para que la lluvia y la nieve no interfieran en el ingreso del edificio.
- se reacondicionaron los techos para evitar filtraciones en épocas de lluvia y nieve.
A partir de esta remodelación, la escuela N°103 cuenta con tres invernaderos cubiertos, dos de ellos nuevos, extendiendo su superficie a 120 m2 con estructuras de hierro y polietileno de 200 micrones resistentes al granizo. Además, se reacondicionaron sus techos y se colocó un alambrado de 1,50 metros de alto para evitar que los animales ingresen y dañen los cultivos.
Por otro lado, se realizó una perforación de 23 metros y se instaló una nueva bomba centrífuga sumergida para abastecer de agua a los invernaderos.
Por último, la escuela cuenta ahora con una nueva plaza de juegos, hecha con materiales reciclados duraderos para que no se dañen con la nieve.
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