Paso a paso, Ferrari va gestando su camino hacia la electrificación, sobretodo para una marca que siempre se ha destacado por sus motores a combustión, fabricados para ser potentes y ruidosos, lo cual significa que es una transición fuera de lo común.
Sin embargo, la firma del cavallino rampante afirma que si eventualmente tuvieran que pasar a construir motores eléctricos, ellos se encargaran de fabricar los mejores que existan, y para lograrlo, lo primero que deben hacer es entender a la perfección cómo funcionan los trenes motrices a baterías y dominar esta nueva forma de energía.
Para perfeccionar esta nueva tecnología, Ferrari inauguró un laboratorio de electroquímica en la Universidad de Bolonia, Italia, que tiene como propósito mejorar el conocimiento acerca de las propiedades físicas y químicas de las celdas de litio, elemento esencial en las baterías de los autos eléctricos.
E-Cells Lab se compone de dos áreas, la primera dedicada a la preparación de materiales electroquímicos, y la segunda se ocupará de analizar y poner a prueba los materiales preseleccionados, para finalmente aprobarlos o descartarlos para su aplicación en los vehículos. Ferrari va a concentrar todos sus esfuerzos en puntos clave de la electrificación, como tecnologías de recarga rápida, soluciones de control de temperatura, rendimiento y seguridad de celdas de litio y baterías de estado sólido.
Con estas investigaciones, la marca italiana espera que los resultados faciliten una estrecha alianza con sus proveedores de celdas y que les permita producir baterías con un rendimiento inmejorable y congruente con la tendencia deportiva de sus futuros modelos. Todo indica que la fecha cada vez está más cerca para la presentación del primer Ferrari 100% eléctrico de la historia.
