Tras varios años de diseños sumamente angulares y de líneas suaves, la industria automotriz está siendo conquistada de nuevo por formas más cuadradas y grandes. Los clientes se quieren imponer con sus autos y aunque eso deje satisfecha a su percepción acorde a un estudio eso está causando problemas para la seguridad de los peatones.
Según lo publicado por el IIHS —Insurance Institute for Highway Safety—, en Estados Unidos, los frentes cuadrados, altos y con capots largos de diferentes vehículos se han vuelto considerablemente más peligrosos para los peatones, llevando a un incremento de fatalidades tras un atropello.
Este estudio arrojó como resultado que los vehículois medianos con capot cuya altura estaba entre los 76 cm a 1 metro de altura, elevan en 26% la probabilidad de causar una lesión fatal comparados con autos con frentes más bajos.
Los autos con capot que supera el metro de altura, sin importar si su diseño es más o menos cuadrado, aumentan la posibilidad de provocar la muerte tras un atropello en un 45%.
La IIHS encontró el mayor riesgo se debe a que generalmente quien es impactado por un auto con frente alto y gradualmente inclinado, tiende a caer sobre el capot, mientras quienes son golpeados por frentes completamente planos, son lanzados hacia adelante.
Si sumamos el aumento de peso de los autos en general la seguridad de los peatones vuelve a tener cierta vulnerabilidad a pesar de las mejoras en sistemas que ayudan a prevenir en primer lugar los accidentes.
