El reconocido taller Mansory dejó atrás los rasgos lujosos del Bentley Flying Spur para convertirlo en un sedán totalmente deportivo, tanto en estética como en prestaciones. Con todas las modificaciones hechas, el modelo británico se convirtió en un vehículo impresionante y extraordinario.
Bentley Flying Spur por Mansory: Exterior
Todo el trabajo hecho en el Flying Spur comenzó con una carrocería a la que se le agregaron muchas piezas de fibra de carbono, algo inusual para un Bentley. Estamos hablando de un kit que, junto la pintura negra y un juego de llantas de 22'', hacen que la imagen del sedán sea 100 veces más agresiva que el modelo de serie.
Además de transformar la imagen y la aerodinámica, el Bentley Flying Spur consigue más potencia al alterar electrónicamente el motor W12 y colocarle un sistema de escape de alto rendimiento. Con este trabajo, el 12 cilindros registra una potencia de 710 CV y un torque de 999 Nm, para una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Otra cifra que llama la atención es la velocidad máxima: 340 km/h.
Bentley Flying Spur por Mansory: Interior
La labor de Mansory en el interior del Flying Spur se ve reflejada en:
- Volante deportivo de cuero y carbono
- Juego de pedales deportivos de aluminio
- Detalles en carbono y cuero con relieve 3D en las puertas y el apoyabrazos central
