El Ford Falcon es uno de los vehículos más reconocibles de la Argentina. Se fabricó en el país por mucho tiempo, y además de versiones deportivas como el famoso Sprint, también tuvimos modelos como la pick-up Ranchero o el Rural, muy similar a la variante Wagon vendida en los Estados Unidos pero con diferentes dimensiones. Hoy vamos a ver uno de estos ejemplares que no sólo resiste el paso del tiempo, sino que se perfila a ser de lo mejor que viste.
Este Ford Falcon Squire Wagon del año 1963 es un verdadero sleeper. Por fuera mantiene su escencia original, aunque esté pintado de un tono verde metalizado bastante llamativo y tenga paneles de puerta en símil madera, ya que en realidad están pintados con aerografía. Claramente puede verse un esmero en los cromos y no pueden pasarse por alto las enormes llantas colocadas, así como también el trabajo de suspensión neumática para llevarlo casi hasta el piso.
Por dentro tenemos unas butacas de cuero con tejido personalizado, patrón que se repite en el techo. Además tenemos un moderno sistema multimedia y pantallas de video para entretenimiento de los pasajeros.
Pero lo realmente interesante sucede bajo el capó. Ahí tenemos un enorme V8 preparado por Roush, que le ha puesto inyección directa de combustible y ha llevado su potencia hasta los 527 CV y 745 Nm. Su rugido sale por un sistema de escape completamente rediseñado, claro está.
Aunque pareciera que este Falcon es sólo para exhibiciones, el dueño cuenta que en realidad maneja el auto con mucha frecuencia por las calles de Utah, EE.UU. y lo entendemos, si hay algo bueno con un V8, nosotros también le daríamos marcha seguido.
Ford Falcon Squire Wagon de 1963
