El italiano Valentino Rossi del equipo oficial Yamaha de MotoGP participó en el Gran premio de Europa tras cumplir con los dos test negativos de COVID-19 que exige el protocolo del Mundial de Motociclismo. El último se lo realizó antes de ingresar al circuito de Valencia (España), escenario de la competencia.
Rossi, que dio positivo de coronavirus el pasado 15 de octubre, tuvo su primer negativo el jueves, con lo que puso fin a su aislamiento según lo dicta la ley italiana. Eso le permitió viajar por la noche a España y a su llegada a Valencia permaneció aislado hasta que se le efectuó un segundo PCR que volvió a dar negativo. En consecuencia, fue habilitado a competir en la cita valenciana.
Debido a la incertidumbre que había sobre su presencia, Yamaha había convocado al estadounidense Garrett Gerloff, piloto de la marca en el Mundial de Superbike, quien al menos tuvo la posibilidad de girar sobre una MotoGP en las dos tandas del viernes (16° y 19°). “Yamaha Motor Co., Ltd. y Monster Energy Yamaha MotoGP agradecen sinceramente al piloto de reemplazo Garrett Gerloff por su apoyo y disponibilidad”, indicó el equipo en el mismo comunicado en el que confirmó la presencia de Rossi.
Il Dottore regresó tras ausentarse en dos fechas y llegó al circuito español "casi crudo", por lo que no extrañó que clasificase 17º sobre 21 máquinas. En la competencia, que necesitaba terminar para sumar kilómetros tras su receso, apenas duró cuatro vueltas producto de una falla electrónica de la M1. Claro que no fue el regreso ideal, pero eso no le quita relevancia a lo más importante: la leyenda está de vuelta.
Fuente: Automundo
