dom 22 de diciembre de 2024

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Tecnología

Ford construye máscaras respiradoras con partes de la F-150

Lo hecho por la marca de óvalo y sus pares contra el Coronavirus trae semejanzas con lo acontecido en la misión del Apolo XIII, la del famoso "Houston, tenemos un problema".

Ford construye máscaras respiradoras con partes de la F-150

Ya para nadie es noticia el riesgo que corremos como humanidad con el Coronavirus, y es por ello que buena parte de la industria mundial se volcó a dar lo que esté a su alcance para colaborar en función de la salud del ser humano.

La industria automotriz se caracteriza por la innovación y por su altísima ingeniería. Como su nombre lo dice: INGENIERÍA se estructura en el INGENIO

El ingenio abunda en la industria automotriz, tal como se demostró en días recientes con los anuncios que se hicieron públicos: empresas tan diversas como SEAT, Ferrari, ProDrive, FCA, General Motors y ahora Ford se vuelcan en inventar elementos médicos como los respiradores asistidos, que escasean y que son de vital importancia en el tratamiento de enfermos en estado grave por el COVID-19.

Houston, tenemos un problema...

Revivamos un hecho en particular para dimensionar este trabajo loable de los ingenieros del mundo. Me refiero al problema surgido durante la misión del Apollo XIII en 1970, donde nació la famosa y célebre frase "Okay, Houston we´ve have a problem here" (Houston, tenemos un problema aquí).

El famoso inconveniente se dio a raíz del estallido de un tanque de Oxigeno en el trayecto a la luna. Los astronautas no tenían mayores problemas con el oxigeno para respirar, ya que podían usar el que estaba destinado en el módulo lunar "Aquarius", que era suficiente para que dos astronautas respiraran durante 45 horas. Como la nave no iba a tocar la superficie lunar a raíz del estallido, la tripulación pudo trasladar el oxigeno del modulo lunar (que no se usó) a la cápsula "Odissey", en donde los tres astronautas regresarían a la tierra.

Sin embargo, el problema a vencer era que debían filtrar el dioxido de carbono, y para ello la nave contaba con muchas limitaciones técnicas. Finalmente, los ingenieros en tierra idearon (utilizando los elementos que había en el vehículo) un filtro eficiente, que no comprometería la salud de los astronautas al respirar el mencionado gas remanente de la exhalación humana.

La misión se pudo completar de forma exitosa, ya que los ingenieros lograron crear un dispositivo que purificara el aire de la cápsula y para ello usaron materiales tan diversos como las tapas de cartón de los programas de vuelo, cinta adhesiva y varias mangueras presentes en la nave.

De la misma forma que los ingenieros de la NASA solucionaron ese grave problema que trajo de regreso sanos y salvos a los astronautas del Apollo XIII, los ingenieros de la industria automotriz están trabajando con lo que tienen, en pro de los tratamientos por el COVID-19.

Los respiradores de Ford

Ford acaba de hacer público un scketch de un respirador asistido que se puede fabricar con elementos que ya tiene en sus plantas, como lo es el sistema de ventilación de los asientos de la F-150. Además, trabaja con materiales provistos por otras empresas, como 3M, General Electric Heltcare y la UAW (Union Auto Workers).

La idea de los ingenieros es construír un respirador motorizado para purificar el aire contaminado y que también tenga la función de extraer el aire ya filtrado que exhaló el paciente.

¿Cómo funciona?

A diferencia de los filtros pasivos, como los barbijos o máscaras (que dependen de los pulmones del usuario para extraer el aire a través de una malla de filtro), los respiradores eléctricos creados por Ford resguardan toda la cabeza de la persona, al más puro estilo de una escafandra.

El corazón del sistema es la estructura auxiliar de ventilación de la F-150. En concreto, un dispositivo plástico que en la pick-up encierra una pequeña turbina que "inhala" el aire y lo dirige a ciertas zonas de la cabina. Dicho artefacto tiene un motor de 12 volts que es alimentado por el sistema eléctrico del vehículo. La pieza es pequeña, por lo que con algunas modificaciones se podría colocar en la espalda de los pacientes, mientras que la alimentación del dispositivo se lleva a cabo mediante baterías recargables, tal como las que utilizan los taladros.

Para su nuevo uso, las mangueras por donde pasa el aire filtrado y tambien el contaminado no son problema alguno, ya que hay una inmensa variedad en la industria automotriz. Incluso, también son útiles las usadas en la industria de las piscinas.

Por último, muchas pequeñas piezas del conjunto se fabricarán con impresión 3D, a la vez que también se propuso el uso de un material resistente de 3M llamado TYVEK.

Lo unico que nos resta saber es cuando estarán los primeros prototipos de este innovador invento, hecho por la industria automotriz en beneficio de la salud de la humanidad.

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