Por fin se presentó el Taycan , el primer el auto 100% eléctrico de Porsche y es evidente que la marca ha logrado generar expectativa al respecto. Tuve oportunidad de viajar a Atlanta, a las oficinas centrales de Porsche Norteamérica para participar en un workshop de tecnología, en donde nos revelaron todos los detalles técnicos del nuevo modelo y también me pude subr a uno de los prototipos finales de pruebas, para mi desgracia, no detrás del volante. Peor aun fue que tampoco me permitieron tomar fotos o grabar video de la experiencia.
El Taycan va mucho más allá de ser solo el primer eléctrico de Porsche, representa un nuevo concepto en términos de conectividad, manufactura y propuesta de movilidad. Todo eso, mientras tiene que mantener los valores de un auto de la marca, es decir. Debe ser un deportivo en serio y también lujoso.
Hasta ahora sabíamos que se trata de un sedán con formas de coupé que está fuertemente inspirado a nivel de diseño en el Mission E Concept, mismo que debutó el ya lejano Salón de Frankfurt de 2015.
El Taycan es solo la punta del iceberg, ya que el año que viene Porsche tendrá un segundo modelo eléctrico, mismo que estará basado en el Mission E Cross Turismo. Y también está confirmado que la próxima generación de la Porsche Macan será eléctrica.
Por otro lado, supone un cambio importante a nivel manufactura, ya que la icónica planta de Zuffenhausen en Stuttgart, donde se fabricaron iconos como el 356, 959 o Carrera GT y en donde actualmente se hacen los 911, requirió inversiones y modificaciones profundas para albergar la producción de este nuevo eléctrico. La marca aprovechó para remarcar que la producción tiene huella de carbono neutra,ya que sus fuentes de energía son solar y eólica.
Sin embargo, dejame decirte que nuevo Taycan no solo está inspirado, sino que salvo por las manijas de las puertas que son las mismas del nuevo Porsche 911 (992), o la presencia de espejos retrovisores convencionales, prácticamente se ve igual al prototipo en el que está basado, lo cual es una gran noticia, ya que sobra decir, es un auto muy atractivo. Eso sí, las proporciones no son exactamente las mismas, Porsche tuvo que modificar algunas medidas como la altura para poder acomodar a un par de adultos de talla grande atrás.
Te decía que muy a mi pesar no tuve oportunidad de manejar el nuevo Porsche Taycan, en esta ocasión me tuve que conformar con ir de pasajero en uno de esos autos camuflados que han estado rodando por todo el mundo, rompiendo récords y demostrando que las limitaciones de autonomía para los eléctricos son cosas del pasado. Aunque tenía calcomanías y demás artilugios que escondían su apariencia final y en el interior también llevaba unas cubiertas de tela para que no viéramos la forma final de la cabina, se notaba que era prácticamente ya un auto de producción final.
En el Experience Center de Porsche en Atlanta, tienen una inmensa pista de pruebas, pero no se trata de una pista de carreras, ni creada para ir a toda velocidad. Más bien tiene un diseño que permite llevar a cabo muchos ejercicios de distinto tipo al mismo tiempo en diferentes sectores, hay un espacio para hacer aceleraciones con Launch Control, otro de curvas muy trabadas y poca adherencia para aprender a controlar y descolocar el auto, una gran plancha circular que inundan para poder aprender a derrapar, y en el borde exterior, un circuito que es lo más cercano a uno de competencias más formal y fue ahí en donde nos dieron un par de vueltas en el Taycan.
La gente de Porsche sabe montar espectáculos, de eso no me queda la menor duda, en cuanto me subí, el piloto cuyo me empezó a hablar de cualquier cosa superficial que me distrajera un poco, ya que al entrar a pista, pisó el acelerador a fondo y la idea era que me tomara por sorpresa la brutal capacidad de aceleración del Taycan, y es que un 0 a 200 km/h en 9.8 segundos es bastante rápido.
Esto es posible gracias al sistema de 2 motores eléctricos que generan 750 hp y 1049 Nm de torque (en la versión Turbo S) y que se alimentan de una batería de iones de litio de 93 kW/H
Un par de curvas más adelante y ahora sí, un arranque con launch control, ahora si te lo advierten y hasta cuentan de forma regresiva, ya que si te toma desprevenido te podría causar una lesión cervical. Acelera con una fuerza impresionante, la presión en el estómago es enorme, tanto que sentí como si mis tripas hubieran volado al asiento trasero.
Acto seguido, llegamos a un espacio circular en donde con mucha facilidad (o así me pareció), lanzó el eje trasero para derrapar hasta completar los 360°, luego un par de curvas lentas, seguidas de otro par más rápidas y listo, de regreso a la recta principal para una vuelta más.
Es cierto que en capacidades de aceleración el Tesla Model S P100D se siente muy parecido, es incluso según cifras oficiales dos décimas de segundo más rápido que el Taycan en el 0 – 100 km/h, una diferencia completamente imperceptible para cualquier ser humano, aunque en el 0 – 200 km/h el Taycan es más rápido que el Tesla.
Sin embargo y esto lo puedo decir con cierto conocimiento de causa, ya que he tenido oportunidad de manejar un P100D en pista, este nuevo Porsche en condiciones de manejo deportivo serio, creo que va a pulverizar al Tesla. Aunque no lo manejé, en este primer instante abordo sentí que se planta mejor y que su enorme masa no parece representar un problema para enlazar curvas a toda velocidad, algo que no puedo decir del Model S, que se siente muy pesado, con falta capacidad de frenado y grip para ir rápido en un circuito.