dom 22 de diciembre de 2024

logo autocosmos Vendé tu auto
Autos clásicos

Los 100 años de Citroën traen de nuevo al Escarabajo de Oro

En 1922, el B2 K1 fue el primer vehículo en cruzar el Sahara, al mando de André Citroën.

Los 100 años de Citroën traen de nuevo al Escarabajo de Oro

El primer auto en cruzar el Sahara, lo creas o no (y sin incendiarse o sufrir alguna catástrofe mayor) fue el Citroën Type B2 K1 en 1922, apodado Scarabée d’Or (o Escarabajo de Oro) al mando de su propio creador, André Citroën, quien en conjunto con otros diez compañeros y un perro (el que inspiró a Milou, el perro de Tintín) completaron esta imposible travesía, en tiempos donde pensar en navegación satelital y sistemas de tracción electrónicos no era ni siquiera fantasía.

La reconstrucción del Escarabajo de Oro comenzó en junio de 2016. Después de haber sido presentado en el stand de Citroën en el Rétromobile Show en febrero de 2017, este proyecto audaz se exhibió en el Museo de Artes y Oficios, con motivo del Festival de las Ciencias en octubre del mismo año. En esta ocasión, el ‘Silver Crescent’, otro media pista de Citroën, se sumó al museo virtual de la marca.

En dicha fecha, Citroën, junto con académicos conformaron dos equipos de un grupo de 160 estudiantes y 40 profesores. El primero, para recabar toda la información técnica del auto, incluyendo los planos y replicar una maqueta del mismo tamaño que el original. El segundo equipo, tuvo una tarea más interesante: crear con todos esos datos, una nueva replica completa del Escarabajo de Oro, funcional, con motor y todo.

Más allá de la reconstrucción, el objetivo es mostrar el "nuevo" Golden Scarab junto con el vehículo histórico durante las celebraciones del centenario de la Marca en 2019, durante los eventos pensados para este año.

Según Linda Jackson, la CEO de la marca del doble chevron, señaló que "la reconstrucción del Escarabajo de Oro adquiere una dimensión completamente nueva. Es un proyecto que André Citroën hubiera apreciado. Estamos orgullosos de haber apoyado y participado en esta nueva aventura, un proyecto educativo que hoy ofrece una réplica real del media pista original. Cien años separan a los arquitectos de estos dos vehículos, ¡pero la misma pasión los impulsa!".

 

Jorge Beher recomienda