Porsche Classic, departamento perteneciente a la marca alemana, es el encargado de darle una nueva vida a todos los vehículos que ya pasaron los diez años desde el fin de su producción. Éstos incluyen a los legendarios 356, 914, 959 y 911, así como el 924, 928, 944, 968 Boxster (986). Desde 2016, este satélite de la firma de Stuttgart también es responsable del suministro de repuestos originales del Carrera GT.
A sabiendas de toda la experiencia y garantía que ofrece este departamento en la restauración de vehículos, un coleccionista propietario de un Carrera GT buscó al taller especializado para obtener una restauración y personalización excepcional de su deportivo. Como parte del proceso de rehabilitación, los técnicos e ingenieros desarmaron el auto por completo para regenerar cada una de las piezas o reemplazarlas.
Luego de trabajar sobre la carrocería del Porsche Carrera GT, así como sobre el chasis, transmisión y motor, el dueño solicitó a Porsche Classic que el vehículo fuera pintado con la pintura Oak Green Metallic, un color que apareció por primera vez en los modelos de Porsche en la década de 1970, pero que nunca estuvo disponible para el Carrera GT.
Este trabajo de chapa y pintura fue complementado por un set de llantas de cinco radios de magnesio diseñados especialmente para este proyecto. Tomaron para esto inspiración en las legendarias llantas BBS, que tenían los radios pintados en oro y un anillo de borde pulido.
Para contrastar de manera perfecta con la carrocería y las llantas, el dorado se repitió en las letras Porsche de las pinzas de freno, en el compartimiento del motor e incluso en el volante.
Con un motor V10 con 612 CV derivado de la Fórmula 1, un diseño muy bello y la incomparable experiencia de manejo que ofrece, el Porsche Carrera GT sigue siendo un hito en el mundo de los superdeportivos. De ahí el énfasis de su propietario en convertir su ejemplar en una pieza más que única.
