Mercedes-Benz GLE, la reinvención de la estrella

El Salón de París 2018 es el escenario elegido por Mercedes-Benz para presentar la cuarta generación de la GLE. Esto, siempre y cuando tengamos en cuenta que, en 2016, este modelo tuvo un cambio de identidad que lo llevó a dejar atrás el nombre de M o ML en favor de la actual denominación. Aclarado esto, pasemos a conocer los pormenores de esta SUV nacida para hacerle frente a modelos como la BMW X5 o Porsche Cayenne.

La nueva Mercedes-Benz GLE adopta una estética muy a tono con los últimos lanzamientos de la marca alemana. De esta manera, encontramos elementos distintivos como la parrilla cromada con la estrella de las tres puntas al centro, los estilizados grupos ópticos Multibeam LED de alto rango o las llantas de 18" o 22". Como curiosidad, no solo tiene una imagen más aerodinámica que su antecesora, sino que también lo es, ya que presume un coeficiente aerodinámico de 0,29.

Como suele suceder, este cambio generacional trae consigo un aumento de dimensiones. Es así que la distancia entre tiene una ganancia de 80 mm, lo cual se ve reflejado en espacio del interior, que luce un espacio para piernas de 69 mm mayor. Por su parte, la capacidad del baúl es de 825 L, los cuales se puede expandir hasta 2.055 con las filas posteriores abatidas. Por vez primera, puede albergar hasta siete pasajeros.

Ya que nos trasladamos al interior, no está de más mencionar que encontramos materiales y terminaciones de mejor calidad, sin dejar de lado algunos nuevos ítems tecnológicos como la última generación del sistema multimedia MBUX, el cual integra dos enormes pantallas de 12,3" y un nuevo asistente controlado por voz. También destaca la adición de un HUD de gran resolución.

El último lanzamiento de Mercedes-Benz debuta en la versión GLE 450 4MATIC que recurre a un motor de seis cilindros de 3.0 L con tecnología semihíbrida gracias a que cuenta con un pequeño generador de 48v. La potencia total del conjunto es de 367 CV y 485 Nm de torque. Cuando se acciona la función EQ Boost, durante un breve periodo se añaden 22 CV y 249 Nm extras.

La transmisión es una automática de nueve cambios G-Tronic y la tracción es integral 4MATIC, que, a decir de la marca, puede repartir hasta el 100% del torque al eje delantero o trasero, según se necesite.

Esta ingeniería, es respaldada por un arsenal de ayudas electrónicas, como el E-ACTIVE BODY CONTROL, que en combinación a la suspensión neumática AIRMATIC, regula de forma independiente la amortiguación de cada rueda, lo cual se ve traducido en una mejora tanto en el confort, como en el desempeño dinámico. Incluso, es capaz de bombear la suspensión, de modo asi poder agitar las ruedas y salir de entrampamientos, como puede ser quedarse pegado en la arena.

También se destacan el asistente activo de distancia DISTRONIC, el reconocimiento de señales de tráfico y el asistente de frenado activo. En Europa, de manera opcional, se dispondrá de un asistente de maniobras para remolque, que opera el ángulo de dirección a velocidades de hasta 5 km/h.

El inicio de producción de la nueva Mercedes-Benz GLE en la planta de Alabama, Estados Unidos arrancará durante los primeros días de 2019.  De hecho, su arribo al mercado estadounidense y europeo se dará durante el primer trimestre del próximo año, mientras que a China llegará en otoño.