Con la llegada del receso invernal, son varios los que aprovechan esta época del año para irse de vacaciones. Sabemos que a veces los aviones pueden ser caros, por lo que no son pocos los que eligen agarrar el auto y mandarse a la ruta. Por eso, recordamos los elementos clave que se deben revisar para poner a punto el auto y no dejar nada en manos del azar.
Cubiertas
Unos neumáticos en buen estado y con la presión correcta ofrecen una menor distancia de frenado, ahorro de combustible y mayor estabilidad. Hay que revisar la profundidad del dibujo, no rebasar los límites de velocidad y de carga establecidos por el fabricante, revisar la presión cada mes o ante un viaje largo, y mantener la presión según lo indicado por el fabricante.
Frenos
Es importante revisar todos los líquidos del vehículo. Refrigerante, limpiaparabrisas… pero especialmente es el líquido de frenos. Hay que asegurarse que el nivel esté entre el mínimo y el máximo marcado. Si la cantidad es inferior a la recomendada es aconsejable rellenarlo y llevarlo al taller para que purguen el sistema.
Además del líquido, es muy importante también verificar el correcto estado de los discos. Si existe vibración al pisar el freno o se hunde más de la cuenta, puede que haya algún problema que se debe revisar antes de mandarse en un viaje largo.
Suspensión
Su eficacia suele empezar a disminuir a los 30.000 km, y en promedio, cada 50.000 km suele necesitar un cambio o reajuste. Lo mejor es acudir al mecánico para la revisión del vehículo, y si se quiere hacer una primera comprobación de su estado, hay que empujar hacia abajo el auto encima de cada rueda. Si al soltar se siente un rebote, los amortiguadores pueden estar en mal estado. También es importante tener en cuenta que los amortiguadores deben ser sustituidos todos a la vez para asegurar su correcto funcionamiento.
Lubricación
Es necesario comprobar el nivel para que el funcionamiento del motor sea correcto, siempre con el motor en frío y el vehículo situado en plano. Lo ideal es hacerlo cada 1.500 km, una vez al mes, o antes de emprender un viaje largo. Esta prueba se puede hacer de forma sencilla sacando la varilla del aceite y asegurándose de que el nivel esté entre las dos marcas que señalan el mínimo y el máximo.
Faros
En cualquier situación, pero especialmente si se va a viajar de noche, es imprescindible revisar las luces. Comprobar que los faros están alineados y que la fuerza del haz sea la correcta es vital.
