Las políticas para reducir el déficit fiscal en la Argentina se hacen sentir en el deporte motor. La premisa del Gobierno es recortar el gasto público y eso repercute directamente en la continuidad de los eventos deportivos internacionales que hasta hace poco eran constantes en nuestro país.
Un claro ejemplo es el Dakar, que en 2019 no pasará por territorio argentino. En desgracia también cayó el WTCR, la Copa Mundial de Turismos que reemplaza al WTCC, que se iba a presentar el 4 y 5 de agosto en Termas de Río Hondo.
A estas bajas se suman las del Mundial de Rally Cross, que ya el año pasado dejó de tener a la Argentina en su calendario; y la Fórmula E, que también se perdió este año, aunque hay intentos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de hacer una carrera en Palermo (el proyecto está parado porque se necesitan de dos a cuatro millones de dólares para el pago del evento, la organización y el armado del circuito). Otro evento deportivo del cual se desistió por motivos económicos es el Mundial de Básquet para 2027.
¿Se perderá también el MotoGP? El contrato con Dorna, empresa a cargo del Mundial de Motos, finaliza el año próximo. El canon para ese evento oscila los seis a siete millones de dólares, pero en la última edición generó un impacto económico en la región de 864 millones de pesos. Es decir que la inversión dio frutos.
Para 2019, aparte del MotoGP, están asegurados el Mundial de Motocross en Neuquén y el Mundial de Superbikes, que llegará este año a San Juan, provincia que se hace cargo del costo evento en un contrato a tres años. La fecha está prevista para el 13 y 14 de octubre en el flamante Autódromo de El Villicum que se construye en Albardón, a unos 16 kilómetros de la capital. En tanto que sería un hecho la 39° edición del Rally de la República Argentina, fecha válida por el Mundial de especialidad por el ímpetu y compromiso exclusivo del Automóvil Club Argentino.
Con este panorama el interrogante es si quedan sin efecto los intentos por repatriar a la Fórmula 1. En una política de achique del gasto público para el Estado es imposible solventar un costo semejante, donde, por ejemplo, Brasil paga 50 millones de dólares por año y para poner el Autódromo de Buenos Aires en condiciones se requieren otros 45 millones de dólares... Si bien es cierto que el Gobierno actual quiere recuperar a la Máxima, su plan siempre fue que el dinero corra por cuenta un grupo inversor privado, donde hay tres interesados: Fenix Entertainment Group Argentina, el Grupo CIE de México y otro holding sudafricano.
Hace casi una década se empezó a vivir una apertura con la llegada del Dakar en 2009. Este evento internacional fue uno de los que se llegaron a tener entre 2015 y 2016 junto a la Fórmula E, el MotoGP, los Six Days, los Mundiales de Rally, Motocross, Enduro, Rally Cross y el WTCC. Llegó el recorte y el deporte motor no está exento. Las visitas ilustres se empezaron a caer y habrá que ver cómo se conservan las que quedan.
Fuente: CORSA
