El clima es uno de los factores cruciales a tomar en cuenta para crear y pensar autos. No es lo mismo un día soleado y sofocante, que una tormenta con mucho viento, y ni que hablar de la nieve. Por eso Ford desarrolló su propia "Fábrica del Clima", una instalación capaz de simular todo tipo de condiciones meteorológicas.
Desde modificar la altitud para asemejarla al Mont Blanc en los Alpes a imitar el desierto de Atacama, de el frío de la estepa rusa hasta el clima tropical de Salvador de Bahía. Todo eso es posible en un espacio de aproximadamente el área de una cancha de fútbol.
A través de los túneles de viento, los ingenieros pueden modificar la humedad o simular una lluvia fuerte para analizar la respuesta del vehículo en su totalidad. Del lado del calor, la Fábrica es capaz de aumentar la temperatura hasta 55ºC, a través de una treintena de reflectores con focos de 4.000W.
También se puede ajustar la altura sobre el nivel del mar, desde una depresión de 100 metros o hasta 5.200 msnm, altitud superior a los Alpes. Allí, los vientos soplan a unos 120 km/h y la tempratura puede descender hasta los -40ºC, el promedio invernal siberiano.
La Fábrica del Clima es el lugar ideal para probar a fondo las capacidades de los autos, desarrollando así distintos tipos de soluciones para todo tipo de clientes, en cualquier parte del mundo.
Fábrica del Clima
