Hace tres años, BMW creó la Serie 2 como un desprendimiento de la Serie 1, y los usuarios respondieron de la mejor manera, vendiendo más de 140.000 unidades en todo el mundo de sus modelos Coupé y Cabrio. A la espera del arribo de la nueva generación, que en teoría no debería aparecer antes de 2019, BMW actualizó la gama de los deportivos, aunque las mejoras no alcanzarán por ahora al Active Tourer.
El vehículo alemán muestra un diseño exterior renovado, un nuevo habitáculo, más y mejor tecnología y una gama más amplia de opciones de motorización. Los detalles que se ven a simple vista son una parrilla frontal con nuevo marco, nuevos grupos ópticos Full LED (con opción de faros adaptativos), entradas de aire más grandes, nuevas llantas de aleación de 17" y 18", además de tres nuevos colores de carrocería (batuizados Mediterranean Blue, Seaside Blue y Sunset Orange). El Serie 2 Cabrio ofrece una capota de lona con accionamiento eléctrico que funciona hasta a 50 Km/h.
Adentro las cosas cambian aún más con un nuevo diseño en el panel de instrumentos, botones cromados en las puertas, tres opciones de tapizado para asientos y puertas, puertos USB, consola central con molduras decorativas, además del rediseño del panel frontal y de las salidas de aire, así como una nueva guantera. El sistema multimedia ahora es el iDrive de nueva generación, con pantalla táctil de 8,8", mando central con superficie táctil, servicio punto de wi-fi y cargador de teléfono inalámbrico.
Los motores para el Serie 2 Coupé y Cabrio son siete. Los nafteros posibles son los 218i (136 CV), 220i (184 CV), 230i (252 CV) y M240i (340 CV). Por su parte, en los gasoleros encontramos los 218d (150 CV), 220d (190 CV) y 225d (224 CV). Los motores pueden estar acoplados a una transmisión manual de seis cambios o una automática de ocho.
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