BMW M4 CS, poco menos que un GTS

Nunca está completo el garage de los deportivos, y por eso BMW llega a Shánghai con esta edición limitada del M4 CS, que se posiciona entre un BMW M4 Competition Package y el M4 GTS. 

Con la llegada del CS, BMW aprovecha para reorganizar su gama deportiva, comenzando con el paquete de competición para sus modelos M, seguir con este CS y finalizar con el GTS. El M4 CS parte de la base del M4 Competition Package, pero aumenta su potencia en diez caballos y llega a 460 CV. Sumado a algunas mejoras en la alimentación, el 3.0L permite acelerar de 0 a 100 en 3,9", y así hasta los electrónicamente limitados 280 Km/h.

Este motor se acopla a una caja automática de 7 cambios M DCT con Drivelogic, ajustada para que los primeros 6 sean los únicos que potencialmente se usen en pista,  y el sépitmo está hecho para economizar combustible en ruta. Esta transmisión también cuenta con su propio radiador de aceite, para evitar el sobrecalentamiento tras largas sesiones en pista.

Y si bien puede ser que no tenga tanta potencia respecto a sus hermanos, su diferencia está en cómo se comporta en pista. Esto tiene que ver con sus elementos de suspensión hecha de aluminio forjado y amortiguación adaptativa M. Si a esto le sumamos el control dinámico de estabilidad con modo M, un diferencial trasero activo, tres modos de manejo (Comfort, Sport y Sport+) y neumáticos semi-slick Michelin Pilot Sport Cup 2, tenemos un deportivo que puede lograr un tiempo de 7m38d en Nürburgring, territorio no apto para cualquier coche.

Adentro del auto todo sigue con carácter deportivo. Es una zona de alta performance, con asientos livianos, paneles revestidos con fibra plástica y correas de tiro en vez de manijas. La fibramanía también llega afuera, con techo y el capó fabricados en plástico reforzado con fibra de carbono, así como los splitters y alerones del kit aerodinámico. Ojo, esto es BMW, así que no es raro que el CS conserve el climatizador y el sistema multimedia de punta.

Si bien no se sabe si llegará a nuestro país, a más de uno le encantaría poder ver el bólido transitando las calles argentinas... ¿no es cierto?