dom 22 de diciembre de 2024

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Autos clásicos

El Chevrolet Camaro cumple 50 años

Uno de los máximos representantes de los muscle cars norteamericanos llega a la mitad de siglo.

El Chevrolet Camaro cumple 50 años

Tratando de contrarrestar al gran éxito que estaba teniendo el Ford Mustang, que hasta había creado un nuevo segmento en el impresionante mercado norteamericano, en 1967 Chevrolet lanza el Camaro. Su nombre, derivado del vocablo francés compañero o camarada, contrarrestaba lo propuesto por su archirrival, que usaba un nombre bien autóctono, una raza salvaje de equinos propia de los Estados Unidos.

1º Generación 1966-1969

La primera generación del Camaro se desarrolló conjuntamente con el Chevy II, por lo que al igual que sucedió entre el Mustang y el Falcon, el Camaro compartió con el Chevy II algo de la plataforma, suspensiones y ejes. La carrocería del Camaro lucía esbelta, con suaves trazos ondeados a la altura de las ruedas, capó largo y un baúl corto.

Chevrolet se encargó de ofrecer un auto para todos los gustos, con diversas motorizaciones que arrancaban en un seis cilindros para el RS (Rally Sport), pasando por los V8 que entregaban desde 210 hasta 375 caballos en el SS (Súper Sport). Los opcionales eran nada menos que 83, aunque en los concesionarios de la marca podían agregarse otros 40 más.

Para rivalizar con los Mustangs de Shelby, un grupo de estos concesionarios Chevrolet comenzó a ofrecer el motor 427 del Corvette instalado en el Camaro. Luego llegó el Z/28, pensado para las carreras de Trans Am. Tenía el motor de 302 pulgadas cúbicas, lo que equivale a cinco litros de cilindrada, con el cigüeñal del 327 y carburador Holley cuádruple, entregando 390 caballos.

Para 1969, el último año en que se ofreció la primera generación del modelo, se podía elegir el Camaro con trece opciones de motor, lo que representó la oferta más amplia en la historia del mercado automotriz norteamericano hasta entonces.

2º Generación 1970-1981

En febrero de 1970, apareció un nuevo Camaro, que se convertiría en el más longevo de todos, ya que con modificaciones de distinta índole, llegó a vivir hasta 1981, algo muy inusual en el mercado americano, pero que fue posible gracias a lo avanzado del diseño original.

Comparativamente con el Mustang, su más directo rival, el Camaro era más agresivo y estilizado, y además incorporaba varios adelantos técnicos. Seguía utilizando la plataforma F de la marca, aunque, con respecto al modelo anterior, crecía en unos centímetros en el largo y el ancho, haciéndolo más espacioso. Seguía adoptando un monocasco, con una subestructura frontal para soportar el peso del motor.

En la trompa, la parrilla dejaba su forma alargada y pasaba a ser cuadrada, y con elementos verticales y horizontales que se cruzaban. Toda la pieza que contenía a la misma, estaba realizada en un material denominado Endura, capaz de absorver golpes a poca velocidad o en estacionamientos. El paragolpes delantero estaba conformado en dos piezas laterales, que estaban separadas por el avance de la grilla. Adoptaba dos faros auxiliares circulares que se sumaban a los dos grandes iguales al modelo anterior. En el lateral, se notaban que el Camaro había sido rediseñado con un toque europeo.

La versión descapotable se dejó de ofrecer, sólo se dispuso una carrocería, la hardtop, en versiones RS, SS y Z28, la más deportiva de todas. Las motorizaciones ofrecidas bajaron a siete, arrancando con un seis cilindros en línea que erogaba 155 caballos, más los V8 que ofrecían desde 200 hasta 375 caballos.

En 1972, la crisis del petróleo hizo que las normas antipolución se endurecieran, y los organismos estatales obligaron a las fábricas a bajar prestaciones y por ende consumos de carburante. Las ventas de este tipo de auto bajaron drásticamente y GM hasta llegó a analizar la posibilidad de cesar la producción del Camaro, cuyo modelo de entrada de gama tenía tan sólo 110 CV, y el más potente, con el V8 de 350 pulgadas ofrecía 165 caballos. En 1975 dejó de venderse el Z-28, y como Chevrolet no podía darle potencia a sus compradores, los empezó a conformar con lujo. Así, apareció el Camaro LT, con accesorios muy interesantes, y decoración de más nivel.

En 1974 el Camaro recibió algunos cambios en trompa y cola, como un nuevo paragolpes integral, que obligaba a la parrilla a reducir su tamaño, los faros auxiliares pasaron a ser más pequeños, y los traseros pasaron a ser rectangulares que avanzaban sobre el lateral del auto. En 1978 aparecieron más cambios. Los paragolpes pasaron a ser plásticos, integrándose en la carrocería de forma completa. Los faros traseros se agrandaron y los giros fueron en color ambar por primera vez. Todos estos cambios daban respuesta a nuevas normativas de seguridad que empezaban a regir en el mercado norteamericano.

3º Generación 1982-1992

En 1982 llega la tercera generación del Camaro, adoptando una imagen completamente nueva. Su trompa en forma de cuña, que casi prescinde de parrilla, y sus faros rectangulares dobles semi-embutidos, son sus principales atributos. El nuevo Camaro pesaba 230 kilos menos que su antecesor, tenía un bastidor unificado, suspensión McPherson adelante y espirales atrás, mejorando su dinámica.

La oferta de motores arrancaba en un cuatro cilindros, al que se sumaban un V6 de origen Buick y dos V8 de 350 pulgadas, uno carburado y el otro con inyección. También aparecieron nuevas cajas de cambios, una manual de cinco relaciones y otra automática de cuatro, mientras que la potencia empezaba tibiamente a incrementarse. En 1987 volvió el Camaro convertible, y el Camaro con motor Corvette denominado IROC, aunque ofrecía solo 225 caballos.

4º Generación 1993-2002

Para 1993 se presentaba la cuarta generación del modelo, con una carrocería que dejaba atrás las líneas rectas y los trazos filosos para adoptar superficies suaves y redondeadas. Sin embargo, mantenía la forma en cuña y la parrilla baja en el frente. Su peso había sido rebajado, mientras que la oferta de motores era escasa, iban desde un V6 de 3,4 litros con 180 caballos, hasta el V8 del Corvette, el LT1 de 5,7L con 275 burros.

El interior también era completamente nuevo, con más equipamiento. En 1997 para festejar los 30 años del Camaro, se lanzó una edición especial del Z/28, que tenía 310 caballos, y se acoplaba a una caja manual de seis cambios, más todos los extras posibles. Esta cuarta generación se vendió hasta 2002, para ser discontinuado durante cuatro años. Recién en 2006 el Camaro volvió a ofrecerse a la venta.

5º Generación 2010-2015

La quinta generación del Camaro volvió a las fuentes y llegó con un aspecto retro basado en el modelo del 69, el más exitoso de todos. Siguiendo el ritmo actual de lanzamientos, a mediados de 2015 llegó la sexta y actual generación del muscle car de Chevrolet que es más rápido, ligero, aerodinámico y ágil que su predecesor. 

6º Generación 2016+

Este Camaro utiliza una plataforma nueva, que permite ahorrar cerca de 100 kg. y aumentar la rigidez estructural en un 28% y cuenta con suspensión delantera multibrazo de tipo MacPherson y un eje trasero independiente de cinco brazos. Otras soluciones son el Magnetic Ride Control, que adapta la firmeza de los amortiguadores.

Bajo el capó del nuevo Camaro podemos encontrar tres opciones de motor, un 2.0L de cuatro cilindros turbo con 279 caballos; un V6 de 3,6 litros y 340 CVs, que cuenta con inyección directa, admisión variable y desconexión de dos cilindros en forma selectiva; o un V8 de 6,2L con 461 caballos. Todos podrán estar asociados a una caja automática de ocho cambios, o a una manual de seis. Completa el ZL1 con 650 caballos.

Para festejar los 50 años del Camaro, Chevrolet presentó una edición especial denominada 50th Anniversary Edition.

En Autocosmos no solo probamos al nuevo Chevrolet Camaro (ver acá), sino que también le realizamos un Test comparativo con sus dos archirrivales, el nuevo Mustang y el Dodge Challenger que podés leer haciendo click acá.

Fuente: Escala Clásica

Escala Clásica

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