Es increíble la rapidez de las innovaciones en el mundo de los autos. Y es que en la búsqueda de ofrecer los mejores modelos, los fabricantes desarrollan dispositivos que elevan el desempeño, confort y seguridad de los vehículos.
Uno de los elementos de seguridad que inició como un aditamento lujo y que actualmente ya es una necesidad, es la cámara de retroceso. Este sistema que mejora la visibilidad en más de un 45% tiene como objetivo reducir los accidentes en las maniobras de reversa y proteger nuestro auto. Tal es su importancia, que a partir de 2018 todos los vehículos nuevos de pasajeros que se vendan en Estados Unidos se verán obligados a equipar una cámara de retroceso y como consecuencia, una pantalla para ver las imágenes.
De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación para la Seguridad Vial a 17 modelos (de 11 fabricantes) equipados con sistema de visión trasera instalado de fábrica, ya es inneglable la importancia de esta tecnología. Por ejemplo, en los sedanes, la visibilidad mejora en un 36% y en los hatchbacks la visión tiene un progreso del 75%. En cambio, las pick-ups y las SUV mejoran en un 40% la perspectiva trasera.
Resumiendo, estas son algunas de las ventajas y las precauciones que hay que tomar con esta tecnología:
- En promedio, un sistema de cámara de visión trasera aumenta la visibilidad de la zona trasera en un 46%.
- A pesar de que este sistema mejora la visibilidad, no muestra al 100% lo que hay detrás del vehículo. Es por ello que se recomienda utilizar los espejos y si se puede, desciender del auto para confirmar que no existe un obstáculo.
- La lluvia o nieve pueden impedir la visión del lente de la cámara, lo que provocará que las imágenes se vean borrosas. Ante esta situación los automovilistas tendrán que limpiar la cámara durante las inclemencias del tiempo.
- Todos los sistemas de cámara de visión trasera examinados por la agencia cumplieron (y muchos superan) las especificaciones mínimas de calidad de la imagen exigidas por la NHTSA.
