La corrosión es uno de los problemas más complejos que puede enfrentar tu auto y afecta tanto a la pintura como al metal, ya que la primera actúa como sello para evitar que la humedad dañe la carrocería del auto.
A continuación te damos unos consejos para aminorar los daños de este enemigo de la carrocería, que a veces incluso ataca en zonas que no se te habrían ocurrido pensar.
1. Lavá tu auto por lo menos cada dos semanas y de ser posible aplicá una capa de cera una vez al mes.
2. El sol como la lluvia son dañinos para la pintura, utilizá una funda para cubrir tu auto o guardalo bajo techo. Dejarlo a la intemperie constantemente puede hacer que aparezcan manchas blancas en la carrocería.
3. Cuidado con los rayones o pedradas de granizo, a través de ellos se puede filtrar la humedad. Para cubrirlos, podés utilizar un sellador especial y después pintura de retoque para cubrir la reparación.
4. Si vivís en zonas de mucho frío donde se dispersa sal para evitar la formación de hielo, es necesario lavar más seguido tu vehículo como utilizar cera, la sal es un elemento muy dañino para la pintura y causa oxidación. Esto cuenta también para las zonas cercanas al mar.
5. Si sometés a tu vehículo frecuentemente a zonas con barro, también es recomendable lavarlo más seguido, pero tener especial cuidado en no rayar la pintura. Para ello es mejor utilizar una hidrolavadora para quitar el barro.
6. En ambos casos, cuando te enfrentes a zonas de frío como pantanosas, es importante lavar bien los guardabarros y el interior de las llantas.
7. Proteger la parte baja del chasis es muy importante, además de limpiarla seguido, (si podés y cuentas con el dinero) cubrirlo de una pintura especial será de mucha ayuda para aminorar la corrosión. Existen talleres especializados que hacen este tipo de trabajos.
8. La corrosión también puede presentarse dentro de tu vehículo, si te cayó algún líquido, lo mejor es secarlo a la brevedad y dejar las puertas abiertas para ayudar a que se evapore la humedad.
