En el Medio Oriente se volvieron locos con los patrulleros de fabricantes como Ferrari, McLaren, Bugatti Veyron o Lamborghini (en el más flojo de los casos). Para no quedarse atrás y demostrar el desempeño de sus vehículos, Dodge se puso en el papel de “Harry el sucio” y dió una muestra de lo se puede hacer que en Estados Unidos para proteger cada una de sus ciudades y condados.
La velocidad siempre será importante, pero en estos casos la intimidación juega un papel primordial. Por eso, Dodge soltó esta fiera a las calles con un par de motores, uno de 3.6 litros V6 y otro de 5.7 litros HEMI V8. El primero eroga 292 caballos de fuerza y 352 Nm, mientas que el segundo impulsor tiene una potencia de 370 CV y 528 Nm de torque. Ambos están acoplados a una transmisión automática de cinco velocidades.
Su diseño exterior e interior cambió por completo. Se le añadió un paragolpes frontal inmenso, luces adicionales LED (diurnas y nocturnas) y los logos correspondientes de la policía estadounidense así como el número de emergencias: 911.
El habitáculo cuenta con un buen espacio para los dos oficiales, los cuales disponen de una pantalla táctil de 7 pulgadas, que brinda toda la información que se necesite de cualquier auto o para la identificación de personas. Todos los dispositivos de seguridad, información y demás, fueron desarrollados según una tabla de requerimientos exclusiva de la policía.
Como parte del sistema de seguridad, el nuevo Dodge Charger Pursuit incluye airbags para el conductor y copiloto, airbag de tórax y como complemento un airbag de cortina para el frente y personas que vayan en la parte de atrás; además de un airbag de rodilla exclusivamente para el conductor (Sugeridos por la IIHS).
Después de que vean la galería de fotos, más de una persona dudará en probar la eficiencia de este nuevo agente del orden.
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