dom 22 de diciembre de 2024

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Automovilismo

¿Qué pasa con el Autódromo de Buenos Aires?

El Autódromo Oscar y Juan Gálvez recibió a los eventos más importantes, pero hoy tiene su peor estado en 20 años.

¿Qué pasa con el Autódromo de Buenos Aires?

Considerado por la prensa internacional y la mayoría de los pilotos de Fórmula 1 en los años setenta, como uno de los dos mejores autódromos del mundo junto con el francés de Paul Ricard, el Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires hoy apenas puede recibir a alguna categoría nacional.

Conocido como la Catedral del deporte motor argentino, albergó los 20 Grandes Premios de Fórmula 1, diez fechas del Mundial de Motos y ocho ediciones de los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires, cita válida por el Mundial de Endurance en los cincuenta y del Sport Prototipos, en los setenta.

La última visita del TC 2000 al máximo coliseo despertó una gran polémica sobre su estado. Tanto fue el revuelo que el STC 2000 pensó en cancelar la novena edición de los 200 Kilómetros de Buenos Aires, que finalmente se realizará el próximo 20 de julio.

El presente del Autódromo es tan negativo que uno de los rumores más fuerte que circula hace años es el que afirma que el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires quiere lotear el complejo para emprendimientos inmobiliarios o la construcción de un shopping.

“Esos trascendidos vienen desde 2006 cuando la corporación Buenos Aires Sur nos consiguió el gerenciamiento del Autódromo. A raíz de un análisis previo, claramente se veía en el contrato un objetivo de una utilización de tierras y había algunos espacios que quedaban en una zona ‘gris’. Pero hoy esos sectores fueron absorbidos por el área de concesiones (NdeR: empresas que alquilaron parte de las instalaciones para venta de autos y eventos)”, le explicó a CORSA Gustavo Ronchetti, uno de los responsables de la concesión del trazado.

El empresario agregó: “No hay de qué preocuparse sobre algún proyecto que tenga el gobierno porteño ya que, por ejemplo, el de la Villa Olímpica para los Juegos Olímpicos de la Juventud en 2018 incluye desde la Avenida Escalada y todo el Parque Roca y el Parque de la Ciudad, que de ninguna manera toca el Autódromo. No tenemos ningún rumor de pasillo para ‘serruchar’ el Gálvez”.

Además, Ronchetti se refirió al vínculo con el gobierno de CABA. “La Ciudad de Buenos Aires es la propietaria de este inmueble, que es una de las 500 concesiones que entregó. Nosotros cumplimos. Tenemos óptima relación con el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y su gente. Respecto de los callejeros que se hicieron, eso se debió a una decisión política-mediática que perjudicó al Autódromo ya que si esas inversiones que se efectuaron, que rondaron los 18 millones de pesos, se hubiesen volcado acá, se habrían hecho importantes obras de infraestructura como el reasfaltado completo, techar las plateas y mejorar instalaciones”, dijo.

La otra cabeza de su concesión, Carlos Soriano, le respondió a Pablo Peón, presidente del Súper TC2000 y quien fue muy crítico sobre la situación actual del Gálvez. “El Autódromo se alquila, no pueden comprar carreras. Con Peón hemos hecho varias competencias coproducidas. En este momento no lo podemos realizar. Igual él siempre se queja. Ahora volvió a hacerlo, pero en su momento hizo cambiar una ley municipal para correr en callejeros”.

Sobre las obras que efectuaron en el último tiempo resaltó: “Pusimos 4.500 muñecos de goma. Reasfaltamos 3.000 metros entre el curvón Salotto y las dos rectas del fondo con una inversión de tres millones de pesos. También iluminamos el circuito Nº 5, donde se puede correr de noche. Con el Autódromo hemos perdido y ganado plata. Tenemos contrato hasta 2016 y la idea es renovarlo por otros cinco años”.

Soriano también se refirió a la relación que existe en la actualidad con el Gobierno de la ciudad. “Estamos en charlas constantes. Si ellos nos dan una mano, podemos recuperar al Autódromo. Lo que ocurre es que tienen otras prioridades como ser hospitales o el subte, que si bien está concesionado, el estado municipal hace su aporte económico”. Y, por último, comentó cuál es su objetivo en los próximos doce meses: “Queremos lograr la aprobación de la FIA Grado 2 cuya inversión necesaria es de 10 millones de pesos”. Con esa homologación, por ejemplo, el Autódromo podría recibir al Mundial de Turismo, la categoría en la que se destaca el cordobés José María López.

Pero también es bueno saber la opinión de la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino, entidad que se encarga de velar por la seguridad del deporte motor en nuestro país. “Es un tema muy delicado porque el Autódromo es nuestra catedral. Más allá de su actual estado, con algunas pocas mejoras podría pasar una inspección de la FIA para recibir al WTCC”, explicó el ingeniero Carlos García Remohí, titular de la CDA. El representante del ACA agregó que “para los 200 KM de Buenos Aires el Circuito Nº 9 no está en condiciones. Por eso pedimos el Nº 8, cuyas mejoras solo se basan en el acondicionamiento de las gomas enzunchadas”, dijo.

Cabe recordar que el 9 de octubre del año pasado explotó “la bomba” cuando se supo que el Pro, partido que gobierna, quería usar parte del predio del Autódromo para instalar una planta de tratamiento de residuos en la zona de la recta del fondo, el curvón Salotto y la recta opuesta previa a la chicana de Ascari. Con ello desaparecería el sector más veloz del emblemático Circuito N° 12. El tema estalló en las redes sociales y en los medios especializados. Al terminar la misma jornada, Cristian Ritondo, Vicepresidente 1º de la Legislatura Porteña, recibió a referentes de nuestro deporte y dio marcha atrás con esa propuesta aclarando que: “no se tocaría nada de las instalaciones del Autódromo porque no está en la intención de nadie que desaparezca el circuito”.

De forma llamativa al día siguiente Macri anunció la creación de la comisión Pro F-1, destinada a recuperar el Gran Premio de la Máxima. La misma estaba a cargo de Eduardo “Lalo” Ramos, quien incluyó en los contactos para la gestión a Carlos Alberto Reutemann, algo que luego negó el mismo Lole…

Inaugurado en 1952, desde hace 20 años que el Gálvez no tiene obras de importancia. Su último cambio estructural lo tuvo en 1994 para recibir a la Fórmula 1 a partir de 1995. Hoy queda poco y nada de ese paraíso. Solo cenizas. Y duele porque el autódromo de Buenos Aires es la casa del automovilismo argentino.

Fuente: CORSA

CORSA

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