La Genesis Coupé es una de las pocas verdaderas coupés grandes producidas por una marca generalista. Los datos que acompañan esta afirmación están en su silueta, que no luce derivada de un sedán (aunque así lo sea) y el hecho de tener tracción trasera. Ahora, Hyundai le quita todo aspecto de elegancia y la transforma en un auténtico demonio del tuning con 1.000 caballos bajo el capot.
Esta preparación, especialmente creada para la muestra especializada SEMA 2013, fue desarrollada en conjunto con el especialista Bisimoto quién colocó dos turbos sobre el 3.8L V6 pasa hacer golpear las herraduras de 1.000 caballos. La preparación incluye un intercooler XXL, árboles de levas, pistones forjados e inyectores, entre otros tantos componentes nuevos del motor.
El chasis ha sido modificado para soportar la nueva furia, incluyendo secciones como capot y baúl en fibra de carbono, jaula antivuelco y suspensión deportiva. Rematan spoilers delanteros y un alerón posterior que hasta parecen sutiles teniendo en cuenta la vorágine que se puede descargar por el eje trasero.
