dom 22 de diciembre de 2024

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Test drive

Exclusivo: Probamos un Nissan que se maneja solo

Nos sentamos en el asiento del acompañante y dejamos que hiciera su magia solo.

Exclusivo: Probamos un Nissan que se maneja solo

Los Ángeles, California.  El concepto de vehículos autónomos es de los más recientes y también de los que más importancia ha cobrado en la carrera de modelar el futuro del automóvil, si bien es cierto que nos hemos acostumbrado a pensar en Google cuando lo escuchamos, la realidad es que es una idea en la que varios de los grandes fabricantes de autos también están trabajando y quizá hasta con una viabilidad comercial mucho más concreta que la del gigante del Internet. En el marco del evento Nissan 360, tuve la oportunidad de subirme a uno de estos innovadores vehículos.

El proyecto de vehículo autónomo de Nissan representa una de las tantas maneras de resolver el reto e incorpora algunas ideas que lo hacen no solo más barato de fabricar, sino también más simple. La primera diferencia que notamos es la ausencia de la torre con cámaras y sensores que utilizan los vehículos autónomos de Google en el techo. Y es que en palabras de los ingenieros de Nissan “¿Quién en su sano juicio compraría un vehículo con una torre que luces así de fea?” a lo cual no me queda más que asentir en silencio, la segunda es que la propuesta de Nissan se vale de algunos elementos que ya se incorporan en los autos, como cámaras y sensores de estacionamiento, con lo cual se reducen los costos.

Para lograr que el vehículo sea capaz de conducirse a sí mismo, Nissan emplea:

- Las cámaras del Around View Monitor: Por medio de 4 cámaras, ubicadas en el frente, atrás y en los espejos laterales, el vehículo es capaz de generar una vista de 360°, lo que usualmente se utiliza para facilitar las maniobras de estacionamiento. Sin embargo, en los vehículos autónomos las cámaras sirven para detectar las señales del camino como líneas de carril, señalamientos de velocidad máxima, curvas, etc.

- Sensores láser: Con ayuda de 3 sensores láser que funcionan muy parecido a un sonar (es decir envían una señal y aguardan a que regrese, construyendo información del terreno a partir de los objetos con los que rebotó), el vehículo es capaz de detectar objetos como otros autos, peatones, edificios y demás. A esta tecnología se la denomina LIDAR y es empleada principalmente para relevamientos topográficos a gran escala.

- Inteligencia Artificial: Tomando los datos que se reciben de las cámaras y los sensores, una potente computadora es capaz de generar un mapa que permite al vehículo moverse por el tráfico detectando otros vehículos o resolver problemas a los que se enfrenta un conductor.


La prueba de Manejo

En un sentido literal no hay prueba de manejo en esta ocasión, ya que me subo al auto (un Nissan Leaf para el mercado japonés) en el asiento delantero izquierdo y además de la ausencia del volante, veo en el piso, un pedal de freno de emergencia, que el Ingeniero en Jefe del proyecto que está sentado a mi derecha en el lugar del conductor me explica, “sirve para que el ingeniero que efectúa las pruebas que normalmente tripula solo este auto y en el asiento del pasajero, tuviera una herramienta para detener el auto en caso necesario”. En la consola central hay una gran pantalla que parece un GPS muy rudimentario con gráficas que parecieran salidas de las primeras herramientas de CAD, en donde se ven las líneas de los carriles de las calles en donde se efectuará el recorrido así como unos rectángulos situados en algunos puntos del mapa, que cuando veo por el parabrisas, son otros autos.

El ingeniero acciona un botón y el Leaf Autónomo se pone en marcha (la sensación de ansiedad al subirme a un auto y ver que el conductor no toma el volante ni observa el camino es grande), el recorrido simula un trayecto urbano y en la primera parte se trata de una recta con un señalamiento que indica al Leaf que puede circular a 40 mph, en auto inmediatamente reconoce el señalamiento y acelera hasta alcanzar esa velocidad, pocos segundos después llega la primera curva, en donde evidentemente tiene que desacelerar.

Posteriormente llegamos a un cruce de dos calles con señalamiento de STOP, un vehículo se va acercando al mismo tiempo al cruce, aunque con un poco de ventaja sobre nosotros, el Leaf Autónomo detecta la señal y hace alto total, pero para mi sorpresa la computadora sabe que el otro vehículo había llegado ligeramente antes al alto total y esperamos hasta que el otro conductor decide avanzar.

La última prueba es en una calle de doble sentido, en nuestro carril hay un vehículo bloqueando el camino y en contraflujo viene otro auto un poco lejos, sin embargo si mantuviéramos la misma velocidad al acercarnos al obstáculo tendríamos que hacer un alto total y esperar a que el otro auto pase. La máquina resuelve que es necesario acelerar un poco para alcanzar a rebasar antes y así lo hace, una vez superado el vehículo descompuesto vuelve rápidamente a su carril.

El recorrido termina sin contratiempos, el Leaf Autónomo es un prototipo que de momento sirve a Nissan para explorar la manera en que se pueden hacer más seguros los autos actuales, sin embargo parece estar listo para ir a la producción en masa. Bajo del vehículo y aprovecho para hacer una última pregunta al Ingeniero en Jefe del proyecto, su respuesta resume perfectamente el objetivo de esta tecnología:

¿Cómo visualizás el futuro de los autos autónomos?
Cándidamente contesta: Sería muy triste que llegue un punto en donde las personas ya no podamos conducir nuestros vehículos, todavía somos muchos los que lo disfrutamos, sin embargo yo veo esta tecnología como una ayuda, la oportunidad de hacer del vehículo un aliado del conductor, tal y como sucedía en la antigüedad entre el jinete y su caballo. Eran dos individuos andando juntos por el camino, si por alguna razón, el jinete se distraía y no era capaz de detectar un obstáculo, el caballo sí lo hacía y podía eludirlo sin problemas, garantizando la seguridad de ambos.
 

Para que los vehículos autónomos lleguen al mercado será necesario superar algunos problemas:

Legislación: Si bien es cierto la tecnología ya está disponible hay algunas lagunas en el terreno legal que se deben aclarar, por ejemplo. ¿Si en un accidente de tránsito resultara involucrado un vehículo autónomo, quién es el responsable? ¿El pasajero que por principio de cuentas ni siquiera iba conduciendo?

Costos: Aunque los Ingenieros de Nissan dijeron no estar autorizados para revelar información de precios, nos comentaron que esta tecnología incrementaría el precio de un auto como el Leaf en un 30 o 40%, aún cuando consideran que su desarrollo sería menos costoso que el de Google.

Los caminos: Se requieren caminos perfectamente señalizados y con líneas que delimitan los carriles perfectamente bien pintadas. En países con economías más desarrolladas quizá no sea un problema, pero en muchos otros como el nuestro sería quizá el mayor reto.



 

Autocosmos prueba al vehículo autónomo de Nissan

Rubén Hoyo, enviado recomienda