La máxima categoría del automovilismo mundial requiere un vehículo de apoyo que esté a la altura de las circunstancias, y la evolución del SLS AMG es el elegido por la FIA.
Esta versión GT porta un gigantesco V8 de 6.2 L que logra 583 CV, 20 CV más que el modelo anterior. Además de la motorización, cuenta con una dinámica de conducción mejorada, mientras que en el rubro estético cambia sus ópticas por unas de fondo oscuro tanto delante como atrás, además de un ligero rediseño de la parrilla.
Pero sus características más particulares son aquellas que lo habilitan para ser un Pace Car, ya que en su interior cuenta con dos pantallas que les permite al piloto y copiloto seguir de cerca el desarrollo de la carrera. Obviamente cuenta con un equipo de radio para comunicarse con el control de carrera, además de cinturones de seguridad de seis puntos, vinilos distintivos, luces de seguridad montadas casi en la luneta trasera, y un escape modificado que le otorga un sonido acorde al mundo de las pistas.
La labor del Pace Car en la F1 es vital, ya que les marca el ritmo a los bólidos en situaciones de meteorología muy adversa o en caso de accidentes. A modo de ejemplo, en lo que vá de la temporada 2012, su presencia fue solicitada en 6 oportunidades, acumulando un total de 138 Km recorridos al frente de los monoplaza.
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