La tercera generación del Mercedes-Benz SLK ya cuenta con su versión tope de gama creada por AMG. El nuevo modelo, que debuta en el Salón de Frankfurt de este año y que estará disponible a nivel mundial desde enero de 2012, se presenta como un roadster más deportivo, potente y lujoso que el de la generación anterior, pero también mucho más eficiente al presentar menores consumos y un bajo nivel de emisiones contaminantes.
El corazón del SLK AMG es el motor V8 atmosférico de 5.5 litros que ofrece una potencia de 422 CV a 6,800 rpm y un torque máximo de casi 541 Nm a 4.500 rpm. Está basado en el V8 biturbo que está presente en los modelos E63 AMG, CLS63 AMG, S63 AMG y CL63 AMG pero sin los sobrealimentadores y con nuevos conductos de admisión, accionamiento modificado de las válvulas, un circuito de aceite adaptado y un bloque motor optimizado. Las prestaciones son brillantes con una capacidad de aceleración de 0 a 100 km/h en 4.6 segundos y una velocidad máxima, limitada electrónicamente de 250 km/h.
La potencia del V8 se transmite a las ruedas traseras mediante una transmisión automática AMG Speedshift Plus 7G-TRONIC de siete velocidades que dispone de tres tres programas de conducción: Controlled Efficiency (C), Sport (S) y Manual (M). Por supuesto, altas prestaciones van unidas a un equipo de frenos a la altura y el descapotable de Mercedes recurre a discos de freno perforados de 360 milímetros de diámetro en el eje delantero y 330 en el trasero.
Uno de los aspectos destacables del nuevo Mercedes SLK AMG es su rendimiento, ya que alcanza 8.4 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto, con emisiones de CO2 de 195 gramos por kilómetro -lo que supone un 30% menos que las de su predecesor-. Para obtener esta excelente relación entre potencia y consumo se recurre a un sistema de desconexión selectiva de cilindros AMG Cylinder Management: Circulando con el programa de conducción C (Controlled Efficiency) el motor puede trabajar con cuatro cilindros en lugar de ocho siempre que no exista una gran solicitud de potencia y se circule en un rango de entre 800 a 3.600 rpm. En una aceleración fuerte o superando el citado regimen de giro, se conectan de nuevo los cilindros de forma automática en menos de 30 milisegundos y de forma imperceptible para los ocupantes.
Además de este sistema de desconexión selectiva de cilindros, el elevado rendimiento del V8 de AMG se obtiene mediante la optimización de diversos elementos con el objetivo de reducir su peso o minimizar la fricción como, por ejemplo; el bloque motor fabricado completamente en aluminio, los pistones son de fundición de aluminio con segmentos recubiertos con carbono y camisas de Silitec integradas en la fundición del bloque motor, una bomba de aceite con sección de presión regulada eléctricamente, una bomba de aceite separada para la desconexión selectiva de los cilindros o la regulación electrónica de la presión de combustible entre 100 y 200 bares en función de la demanda. El roadster alemán dispone también de la función Start & Stop Controlled Efficiency, activo en el programa de conducción C.
Exteriormente, la versión AMG se diferencia del resto de la gama del Mercedes SLK por el nuevo faldón delantero con grandes entradas de aire y luces diurnas por LEDs de diseño específico. En los laterales aparece la inserción "V8 AMG" y en la parte posterior aparece un difusor negro con una doble salida de escape cromada -con mariposas de escape integradas para variar la sonoridad del motor- y un spoiler pintado en el color de la carrocería sobre la tapa del baúl.
En el diseño interior encontramos cuatro difusores de ventilación con forma de reactores, la consola central de aluminio cepillado, volante AMG Performance con corona aplanada arriba y abajo cuenta con un aplique metálico, paletas de cambio al volante hechas en aluminio, el cuadro de instrumentos AMG con estilo específicos y asientos deportivos que de serie presentan una combinación de símil de cuero y tela de color negro con el distintivo AMG en los respaldos.
Entre las opciones existen once tipos de tapizado unicolor más otros diez bicolor, además de la posibilidad de montar la calefacción integrada en el apoyacabezas Aiscraft - genera una corriente de aire caliente para la zona de la cabeza y la nuca a través de un difusor situado en la sección delantera del reposacabezas-.
El Mercedes SLK AMG dispone de serie de un techo rígido retráctil que se abre y se cierra en menos de 20 segundos. La firma alemana ofrece opcionalmente un techo retráctil panorámico fabricado en policarbonato tintado o un techo retráctil panorámico con el sistema Magic Sky Control que consta de un cristal transparente que puede oscurecerse pulsando un botón para evitar que el interior se caliente bajo una radiación solar intensa.
Otra de las opciones interesantes de este roadster es la posibilidad de montar el paquete AMG Handling que ofrece una suspensión más rígida, un diferencial autoblocante AMG en el eje trasero, discos de freno de material compuesto en el eje delantero y un volante AMG Performance de tres radios con forro de napa e inserciones de alcántara.
Como ya sucediera en el lanzamiento del C63 AMG Coupé y el CLS63 AMG, el SLK 55 AMG sale también a la venta con una versión especial denominada Edition 1 que estará disponible con tres tonos de carrocería -designo blanco Cachemira magno, blanco diamante metalizado Bright y negro obsidiana metalizado- y llantas de aleación multirradio pintadas en color negro mate con aro pulido.