dom 29 de diciembre de 2024

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Accidentes contra remolques o camiones pueden ser letales

La IIHS realizó pruebas de choque para demostrar el problema.

Accidentes contra remolques o camiones pueden ser letales

Seguramente cuando has manejado entre remolques o camiones habrás notado que en la parte trasera tienen un recuadro formado de acero por debajo de las altas defensas, la cual funciona para proteger y evitar que en caso de un accidente un automóvil no se introduzca por la parte baja posterior del enorme vehículo. Sin embargo la IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) de EUA encontró en recientes investigaciones que dichas protecciones pueden romperse o doblarse incluso en choques a baja velocidad.

A causa de lo anterior la IHHS solicitó a la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) que exija protectores traseros más largos y fuertes tanto para camiones o remolques. La última norma de la NHTSA que tuvo efecto en 1998 requería recuadros más cortos y anchos en nuevos remolques, pero dicha regulación no aplica a camiones de trabajo pesado que se usan actualmente.

Según las estadísticas de un total de 3,163 personas que murieron en choques durante el 2009 donde se involucraban camiones el 70% eran ocupantes de vehículos. Asimismo la NHTSA estima que las colisiones de autos por debajo de la parte trasera de remolques o camiones matan alrededor de 400 personas y hieren a más de 5,000 cada año en EUA. Sin embargo lo más destacable de esto es que los vehículos actuales, los cuales están diseñados para desempeñarse en choques frontales no lo están para el tipo de escenario antes descrito.

Para valorar el problema el IIHS realizó seis crash test donde evaluaba los protectores traseros de tres semi-remolques que cumplían con los estándares de seguridad de Estados Unidos y otros dos que satisfacían también con las exigentes normas canadienses. El vehículo utilizado fue el Chevrolet Malibu 2010 que en tres de las pruebas, las cabezas de los dummies hicieron contacto con el capot del auto o remolque lo que causaría en la vida real la decapitación de los pasajeros delanteros del auto.