mié 20 de noviembre de 2024

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Test drive

Mazda5 2012 a prueba

La firma nipona sigue apostando por el segmento de los monovolúmenes compactos<br />

Mazda5 2012 a prueba

Antecedentes

Tradicionalmente, los monovolúmenes o minivans más populares son aquellos que fueron desarrollados para EU, concretamente productos como la Voyager de Chrysler o las japonesas Honda Odyssey y Toyota Sienna que se basan en plataforma de vehículo mediano y que hay que decirlo, son la mejor compra cuando hablamos de espacio interior.

Mazda participa en esta categoría con el Mazda5, vehículo que se ha renovado completamente y que desde su lanzamiento ha ido construyendo una base de consumidores quizá no muy grande, pero que demuestra que sí hay mercado para este tipo de vehículos en nuestro país.

El Mazda5 2012 recurre al diseño frontal ya visto en el Mazda3 y la característica parrilla en forma de una gran sonrisa, mientras que los costados con líneas de carácter tomadas del lenguaje de diseño Nagare le otorgan una personalidad única. La parte trasera a diferencia del resto del conjunto tiene un aspecto bastante más genérico, sin que por ello resulte mal lograda o poco agraciada.

Características Técnicas y Mecánicas

Para esta nueva generación, el Mazda5 recurre al motor de cuatro cilindros y 2.5 litros de 157hp de potencia y 163 lb – pie de torque dejando atrás la mecánica de 2.3 litros de la generación anterior. Este nuevo propulsor que se comparte con las versiones más equipadas de Mazda3 y las básicas de Mazda6 y CX-7 se acopla a una transmisión automática con modo manual de cinco relaciones.

Las medidas son 4.58 metros de largo, 1,75 de ancho y 1.61 de alto, que le permite acomodar 3 filas de asientos y 6 pasajeros sin problema, la suspensión trasera multilink en conjuto con un tanque de combustible ubicado muy abajo garantizan también un área de carga de buen tamaño, así como una posición cómoda para los pasajeros de la segunda y tercera fila.

Por lo que hace a la seguridad, el Mazda5 modelo 2012 equipa frenos ABS, Control Dinámico de Estabilidad DSC, bolsas de aire frontales, laterales y de cortina, así como el sistema de anclaje para auto asientos en la segunda y tercera fila.
 

Confort

Uno de los aspectos que más mejoría se nota es en todo lo relacionado con la comodidad de los ocupantes, por principio de cuentas el nuevo Mazda5 es más silencioso y aísla mejor las imperfecciones del camino que antes. Los pasajeros de la primera y segunda fila viajarán bastante cómodos, gracias a que los asientos son individuales de tipo capitán, mientras que la tercera fila que puede alojar a otro par de pasajeros es algo más ajustada, aunque si es utilizable.

El interior se ha actualizado y ahora es más moderno, ergonómico y con buenos niveles en calidad de ensamble y materiales, aunque un punto en contra es que al ser totalmente negro, sin ningún elemento de contraste luce demasiado serio.

En cuanto al equipamiento, destaca la incorporación de la computadora de viaje y el aire acondicionado automático de dos zonas, así como el bluetooth con mandos integrados en el volante. Asimismo, el control de velocidad crucero, cristales y espejos elétricos, equipo de audio con cargador de 6 CD y entrada auxiliar también están presentes.

En el terreno del equipamiento de conveniencia las grandes ausencias son: una entrada USB a efectos de tener una interfase más cómoda con el iPod y aunque no somos partidarios de los Quemacocos, ya que añaden peso donde no se necesita, así como el hecho de que son área que en el futuro podría presentar filtraciones, lo cierto es que son de los elementos de equipamiento más gustados por el consumidor en general. Por último un sistema de entretenimiento dada la orientación familiar del vehículo sería una buena adición también.

Manejo

Al igual que en el resto de los modelos del fabricante, el Mazda5 presume de una calidad de marcha que se ubica por encima del promedio de su segmento, no solo por lo silenciosa que es, en este sentido la dirección electrohidráulica presenta buena retroalimentación y aunque la suspensión filtra bien las imperfecciones del camino, no deja de ser comunicativa.

La respuesta del 2.5 litros es buena, si se le exige un poco más puede incluso hasta ser briosa, sin que llegue a ser explosiva, la transmisión trabaja bien, eso sí con una marcada orientación a mantener bajos los consumos, por lo que si se quiere manejar con algo más de emoción será necesario emplear el modo manual.

El comportamiento en curvas es bastante noble y predecible, en gran medida gracias a la presencia de la suspensión independiente en el eje posterior. Por último, un punto muy favorable es la frenada que es bastante firme y transmite confianza.

Conclusión

El Mazda5 no es un producto de volumen, está enfocado a un nicho de mercado muy particular que valora el espacio interior y la versatilidad, pero que no requiere de una minivan sustancialmente más grande, pesada y costosa como una Sienna.