La escasez de inventario y la disminución de la importancia de Japón para los fabricantes de autos extranjeros están dificultando que los distribuidores de autos extranjeros puedan satisfacer la potencial demanda.
Las ventas de la marca de lujo alemana Audi cayeron 20 por ciento a 906 vehículos en octubre. Este descenso se produce por segundo mes consecutivo. Hasta agosto las ventas habían estado creciendo durante quince meses seguidos.
La disminución se atribuye en parte al fin del subsidio gubernamental a la compra de autos ecológicos. Sin embargo, esto se debería principalmente a la caída de los inventarios de automóviles extranjeros.
El Audi A3 Sportback, un modelo de costo relativamente bajo (cuesta 3,05 millones de yenes), ha impulsado las ventas de Audi en los últimos meses, lo que representa una cuarta parte del total.
Los clientes que hacen pedidos en Japón tenían que esperar normalmente unos cuatro meses antes de que les entregaran su auto, pero ahora tienen que esperar más de cinco meses.
Las ventas de Audi están en camino de marcar un nuevo récord en EE.UU. este año, con 81.718 vehículos vendidos en los primeros 10 meses. Las ventas del A3, en particular, aumentaron 80 por ciento. Debido a esta fuerte demanda en el segundo mercado mundial de automóviles, Audi no puede satisfacer plenamente la creciente demanda en todo el mundo.
"Así como están las cosas, me temo que no seremos capaces de sacar el máximo provecho de la creciente demanda", dijo un funcionario de Audi Japan KK.
Los importadores japoneses tienen los mismos problemas con otras marcas extranjeras. Las ventas de Mercedes-Benz en setiembre fueron las más altas entre las extranjeras por primera vez en dos años, con un crecimiento anualizado de 14,7 por ciento hasta 4.701 vehículos vendidos. Sin embargo, las ventas en octubre cayeron 4 por ciento a 1.496 unidades.
Volkswagen Group Japan tiene pedidos atrasados de más de 2.000 subcompactos Polo. El subsidio del gobierno llegó a su fin el 7 de septiembre, pero la compañía de inmediato puso en marcha un programa de incentivos para descontar 100.000 yenes del precio de venta para los clientes que hicieran pedidos de autos que se pudieran entregar antes de la finalización de noviembre.
No obstante, un funcionario dijo: "Volkswagen no puede satisfacer plenamente la creciente demanda en todo el mundo. Hemos pedido que nos envíen más vehículos, pero no creemos que los envíos adicionales lleguen pronto".
Las ventas de vehículos importados cayeron 18,6 por ciento a 178.527 unidades el año pasado. Por primera vez en 17 años las ventas estuvieron por debajo de las 200.000 unidades.
“Bajo estas circunstancias, no tuvimos más remedio que ser muy conservadores en los pedidos”, dijo un funcionario de un concesionario de autos importados.
El programa de subsidio del gobierno benefició mucho menos las ventas de automóviles fabricados en el extranjero, pero se prevé que estas aumentarán, pues al haber culminado la subvención se reducirá la ventaja que tenían los autos japoneses con respecto a los precios. Sin embargo, la escasez de inventario "nos impide satisfacer plenamente la demanda potencial", dijo un funcionario de VW Japan.
La escasez de productos podría convertirse en un problema duradero en medio de la contracción del mercado japonés y la importancia creciente de China y otros mercados emergentes. China, por ejemplo, se ha convertido en el mercado más grande de la industria automotriz.
La importancia del mercado japonés ha ido disminuyendo sostenidamente para los fabricantes de automóviles extranjeros, puesto que las ventas de vehículos fabricados fuera de Japón han caído por debajo de la mitad de las más de 400.000 unidades vendidas en 1996.
En este contexto, un funcionario de un distribuidor de autos extranjeros se quejó de que los fabricantes de automóviles extranjeros estén dando mayor prioridad al envío de sus vehículos a China en desmedro de Japón, en momentos en que el suministro es escaso.
