Los vehículos SUV son muy populares en diferentes mercados y dependiendo el modelo pueden ser o no 4x4. En el caso de los que sí lo tienen existe lo que se denomina como tracción parcial o total.
La tracción parcial es cuando la camioneta circula con la potencia ejercida en sólo dos ruedas, este es muy común para carretera o el manejo diario. Esto reduce la fricción y el uso de las llantas lo que se refleja en economía de combustible y una larga duración de los neumáticos.
Ahora, la tracción 4x4 es aquella donde la potencia se ejerce sobre las cuatro ruedas. Generalmente se usa en condiciones off road, nieve, hielo o lodo para ofrecer mejor agarre y manejo. La fricción es mayor y por ello el rendimiento del combustible es menor.
Para cambiar de tracción parcial a total varía dependiendo del tipo de SUV. Las más modernas cuentan con una palanca de cambio para seleccionar el tipo de tracción y se debe hacer cuando el vehículo está detenido o no mayor a una velocidad de 3 km/h. En las versiones automáticas el cambio se hace muy sencillo oprimiendo un switch eléctrico. Sin embargo existe un modelo de SUV que cuenta con una “tracción virtual” (así le denomina Honda) y es la CR-V; esta camioneta cuenta con un sistema que dependiendo de las condiciones del terreno, activa o desactiva la tracción total por lo que en ningún momento el conductor se preocupa de realizar dicha función.
Por otro lado en vehículos Jeep o similares existe la tracción total de bajo rango (4L) o alto rango (4H). La primera es para bajas velocidades mientras se maneja en caminos sinuosos o deformes. La segunda es para aceleraciones mayores en pavimento cubierto de nieve, terracería o caminos enlodados.
Es necesario aclarar que el hecho de que una SUV tenga 4x4 incrementa considerablemente su precio por lo que si no se va usar dicha función y la camioneta se va a mover en la ciudad es un gasto innecesario pagar por esa prestación.