Todos recordamos el mítico Aston Martin DB5 de 1965 que condujo Sean Connery en las películas de James Bond "Goldfinger" y "Thunderball", que incluía todo el equipamiento para hacer frente a los criminales como: ametralladoras delanteras, escudo antibalas, matrículas giratorias válidas para diferentes países, dispositivos para lanzar aceite, clavos o cortinas de humos contra los vehículos perseguidores, entre otros.
Cabe mencionar que este emblemático vehículo, fue vendido hace unos días al millonario coleccionista estadounidense, Harry Yeaggy, que voló especialmente al Reino Unido para adquirir este clásico a un precio de 4.1 millones de dólares. Sin embargo, la casa especializada RM Auctions, esperaba obtener más de 5.5 millones de dólares por el que llegó a ser considerado el auto más famoso del mundo.
En una entrevista con la BBC, Harry Yeaggy comentó que la nueva casa del bólido de Bond será un museo en los Estados Unidos, pero antes tenía la intención de conducirlo por las calles de Londres.
El vehículo había sido propiedad de un locutor de radio estadounidense de Filadelfia, Jerry Lee, desde 1969, quien pagó entonces 12,000 dólares por él. Después de más de 40 años, decidió vender el clásico deportivo en beneficio de su fundación especializada en la lucha contra los problemas sociales derivados de la pobreza.
El coche dio la vuelta al mundo durante cinco meses, y estuvo expuesto en Gran Bretaña, Alemania, Mónaco, Estados Unidos y Hong Kong.