Tras casi tres años en el mercado, en el Reino Unido donde se fabrica el Nissan Qashqai, se acaban de presentar las primeras imágenes de lo que será el primer restyling o lavado de cara del modelo que iniciará su venta a inicios de 2010.
No se trata de cambios demasiado radicales, pero sí es cierto que la estética, sobre todo en el frontal, ha variado con el fin de mantener la atracción sobre potenciales clientes. En esta zona todo es nuevo: capó, paragolpes, parrilla y faros se han rediseñado para ofrecer una imagen más sofisticada y, quizás, algo más deportiva.
En la zona trasera también hay cambios, aunque de menor índole y perceptibles sólo para el ojo experto. Además, se incluyen dos nuevos colores de carrocería: rojo magnético y gris mineral.
En el interior, los relojes del tablero tienen una nueva presentación para facilitar la legibilidad, se estrena una computadora de a bordo y se incorpora un nuevo espacio para depositar objetos en la zona central.
No obstante, la actualización no queda en un mero artificio estético, sino que se han realizado mejoras en otros aspectos del Qashqai. Así, la vida a bordo se ve beneficiada por una mayor insonorización del habitáculo y la suspensión ha sido ligeramente modificada para incrementar la sensación de confort de los ocupantes.
Al mismo tiempo, se incorpora una nueva versión, denominada Pure Driving, que con el motor 1.5 dCi, logra reducir sus emisiones de 137 a 129 g/km de CO2. Este mayor respeto medioambiental se logra con la reducción de peso, ciertos retoques aerodinámicos y el uso de neumáticos de bajo roce.
