Fue el modelo de mayor venta en la década pasada. El nacimiento del Duna CL fue producto de un restyling de este modelo, aunque manteniendo la carrocería y la motorización de siempre. Dicho de otra manera, el Duna se "lavó la cara".
El cambio fue sólo en su interior, y lo más notorio del mismo, estuvo en el panel y en el tablero de instrumentos. Sin ser muy sofisticado, el reemplazo de los viejos comandos de luces con perillas en el tablero, por los satelitales más actuales, y la sobriedad de sus relojes indicadores, le dan un aspecto mucho más refinado.
Este Duna tiene un comportamiento aceptable en ruta, con un buen confort de marcha, aunque su insonorización es un punto que no se ha podido mejorar. Para la ciudad es un gran auto: ágil, maniobrable (pese a que no tiene dirección asistida), chico por fuera y espacioso por dentro.
Pese a los cambios, su motor siempre fue lo más elogiable. Es el mismo 1.6 de 87 CV, que no sólo consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 11s31 y llegar a una máxima de 175,3 km/h, sino que con un litro de combustible recorre más de 15 km en ruta, a 100 km/h.
La suspensión no está diagramada para doblar a mucha velocidad, pero su andar es confortable, y los frenos también son adecuados: a 100 km/h, necesita aproximadamente 50 metros para detenerse, sin perder la línea.
1- Aire acondicionado.
2- Autoestéreo.