El nuevo diseño que es innovador apunta a un público joven. Para lograrlo, se ha apostado por los dos volúmenes, un portón vertical y una línea descendente del techo acompañada de una menor superficie acristalada en las plazas traseras.
Este prototipo además no dispone de tiradores en las puertas ni de espejos retrovisores.
Lo que sí llama la atención es la cámara instalada en su frente, que capta la existencia de tráfico y apaga o enciende las luces largas según el mismo.
En su interior, trae elementos como cinturones de seguridad con cuatro puntos de anclaje o alerta por cambio involuntario de carril.
Además, trae "chiches" como conexión bluetooth y wifi para teléfonos móviles y PDA.
Incorpora también una interfaz desarrollada entre Saab y SonyEricsson para la transmisión de los datos entre los diferentes dispositivos.
El diseño y el equipamiento no es lo único destacado de este Saab 9-X. A todo ello se suma una carrocería móvil, que permite una mejora en la aerodinámica.
Así, por encima de los 70 kilómetros por hora, la parte superior de la misma y la inferior cambia de forma, alargando la línea del techo y emergiendo un difusor en la parte inferior.
Equipa un propulsor BioPower de 1,4 litros que desarrolla una potencia máxima de 200 Cv y un excelente par motor 280 Nm.
Estas cifras se consiguen siempre que funcione con E85. En el caso de que se opte por la nafta tradicional, la potencia del motor quedará mermada al igual que sus prestaciones.
Al propulsor de etanol se suma además un generador eléctrico, accionado por correa a partir del movimiento del cigüeñal del motor, que almacena la energía en una batería de litio situada bajo el piso del baúl.
Por último, el Saab 9-X BioHybrid incorpora un panel solar situado en el cristal del techo, que alimenta la batería tanto cuando el vehículo está en movimiento como cuando está parado.
