El sueño del preparador Kicherer se hizo realidad, preparar un Audi R8. Se ha optado por hacerle un kit aerodinámico y diversas mejoras del chasis pero el motor quedo sin tocarse.
En la parte estética, el R8 fue llevado al túnel de viento del preparador para desarrollar un kit aerodinámico de spoiler frontal, trasero y lateral para restar la máxima resistencia al aire posible.
Las llantas han sido sustituidas por unas de aluminio más ligeras (20 pulgadas) y calza neumáticos 235 adelante y 325 atrás.
Kicherer ha cambiado los amortiguadores por unos que rebajan al coche 30 milímetros detrás y 15 delante, otorgándole así una mayor adherencia y facilidad de conducción para conseguir deportividad extra en el coupé alemán.