26 de Julio 2007. Sin duda la marca del momento en el viejo continente es Fiat. Su nueva gama de productos ha tenido una recepción envidiable. El primero de ellos, y que representó la resurrección, fue el Grande Punto, que está próximo a lanzarse en nuestro país, seguido del compacto Bravo y su variante sedán, el Línea.
Pero el buen portafolios de producto se vio coronado por el renacimiento de un mítico auto para la firma italiana, el 500, tan importante en la historia de la industria automotriz italiana como el Ford T para Estados Unidos, el Escarabajo de Volkswagen para Alemania o el Mini para Inglaterra. En pocas palabras es el responsable de haber puesto en cuatro ruedas a los italianos.
Con apenas 3 semanas de haber llegado al mercado, la producción para el resto del año para el 500 estaba programada en 58.000 unidades, de las cuales 51.000 ya han sido ordenadas en Italia. Otro caso interesante es el de Francia, donde ni siquiera se ha lanzado pero ya hay 6.000 órdenes del pequeño vehículo.
En línea con lo anterior, Fiat ha tomado la decisión de incrementar la capacidad de su planta de Tychy, Polonia a 65.000 o hasta 67.000 unidades para 2007 y pasar de 120.000 unidades que se tenían proyectadas para 2008, hasta las 140.000, con lo cual, dicha planta, donde también es producido el Panda y próximamente el Ford Ka, recibirá una expansión bastante respetable, convirtiéndola en la segunda más importante para el fabricante italiano a nivel mundial, solo después de la ubicada en Belo Horizonte, Brasil.
A este paso, toda la producción que pueda liberar Fiat será consumida por los mercados más importantes de Europa. Falta ver la recepción que tendrá el 500 en mercados como el de Inglaterra, donde el Grande Punto se vende bien, o en Alemania.
Por Rubén Hoyo